¿Cambiar el mundo?

Lectura: Mateo 25:34-40

"Porque tuve hambre, y no me disteis de comer, tuve sed, y no me disteis de beber." Mateo 25:42.

Cuando mi hijo Steve volvió a casa de un concierto recientemente, trajo con él una camiseta que le regalaron y un folleto de una organización que ayuda a niños necesitados en un continente lejano. Aparentemente, uno de los cantantes había lanzado un desafío.

"Queríamos cambiar el mundo con nuestra música -dijo- pero a menudo todo lo que hacemos es cantar. Decidimos que íbamos a tomar medidas para cambiar algunas vidas, así que comenzamos a sostener a algunos niños necesitados." Entonces lanzó el desafío, el cual Steve aceptó. Luego conversó con su grupo de estudio bíblico en la iglesia acerca de sostener a un niño todos los meses.

La mayoría de nosotros desea cambiar el mundo para que sea mejor, pero el trabajo parece demasiado grande. Entonces, ¿qué pasaría si decidiéramos hacer al menos una cosa para cambiar sólo la vida de una persona? En el nombre de Jesús, quien dijo que dar ayuda física sería lo mismo que ayudar a nuestro propio Salvador (Mateo 25:35-36), ¿qué pasaría si nos acercáramos a una persona para darle comida, ropa o transporte? ¿Y si esa persona, preguntándose por nuestra motivación, nos preguntara por qué le ayudamos? Entonces podríamos ayudar a cambiarle la vida por toda la eternidad presentándole al Salvador.

¿Cambiar el mundo? Comencemos por cambiar una persona en el nombre de Jesús.

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