lunes, 15 de diciembre de 2008

El nuevo nacimiento


El nuevo nacimiento -- La nueva criatura -- La regeneración

¿A que le llamamos el nuevo nacimiento, qué es la nueva criatura, qué es la regeneración?

Juan 3:1-7
1 Había entre los fariseos un dirigente de los judíos llamado Nicodemo. 2 Éste fue de noche a visitar a Jesús.
—Rabí —le dijo—, sabemos que eres un maestro que ha venido de parte de Dios, porque nadie podría hacer las señales que tú haces si Dios no estuviera con él.
3 —De veras te aseguro que quien no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios —dijo Jesús.
4 —¿Cómo puede uno nacer de nuevo siendo ya viejo? —preguntó Nicodemo—. ¿Acaso puede entrar por segunda vez en el vientre de su madre y volver a nacer?
5 —Yo te aseguro que quien no nazca de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios —respondió Jesús—.6 Lo que nace del cuerpo es cuerpo; lo que nace del Espíritu es espíritu.7 No te sorprendas de que te haya dicho: "Tienen que nacer de nuevo."

La regeneración o el nacimiento espiritual es una de las bases o premisas fundamentales de la Fe cristiana. Sin el nuevo nacimiento no es posible ver el reino de Dios, es decir recibir la vida eterna y la salvación por medio de Jesucristo.

¿Quizá en este momento pudiera parecer confuso eso de nacer de nuevo?, pero no se preocupen, pensemos que Nicodemo no era ningún improvisado, El era un fariseo, un dignatario del pueblo judío, seguramente era muy instruido en las cosas de la Ley de Dios, sin embargo no entendía lo que Jesús le decía con respecto a nacer de nuevo.

Juan 3:8-10
8 El viento sopla por donde quiere, y lo oyes silbar, aunque ignoras de dónde viene y a dónde va. Lo mismo pasa con todo el que nace del Espíritu.
9 Nicodemo replicó: —¿Cómo es posible que esto suceda?
10 —Tú eres maestro de Israel, ¿y no entiendes estas cosas? —Respondió Jesús—.

Nicodemo no entendía lo que Jesús le decía, porque su corazón no estaba preparado para entenderlo, porque su espíritu era un espíritu nacido de la carne, no de Dios.

Muchas personas pueden asistir a un servicio y en medio de la emoción del momento pueden reconocer que Cristo es su Salvador.

Otras personas se pueden encontrar en medio de un quebranto y confesar que su situación es más fuerte que ellos y que solo podrán seguir adelante con la ayuda de Dios.

Muchas personas tienen la dicha de nacer en medio de una familia cristiana y se consideran a si mismos cristianos de nacimiento.

¿Ustedes creen que el confesar a Cristo en un momento de debilidad o euforia o el nacer es un medio cristiano es suficiente par que podamos ser considerados nuevas criaturas?

Juan 1-12:13
12 Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios.13 Éstos no nacen de la sangre, ni por deseos naturales, ni por voluntad humana, sino que nacen de Dios.

Somos nuevas criaturas cuando decidimos que Dios gobierne nuestras vidas plenamente, cuando entregamos a El lo que fuimos, lo que somos y lo que seremos.

Somos nuevas criaturas y nos hemos regenerado, cuando permitimos que Cristo, por medio del Espíritu Santo, nos renueve por dentro y por fuera.

Una vez que confesamos con nuestra boca y con nuestro corazón que Cristo es nuestro Salvador, estamos abriendo la puerta de nuestra vida a Dios, lo estamos invitando a que nos tome como sus hijos, no solo como una más de sus criaturas.

Cuando permitimos que Dios gobierne nuestra vida y le pedimos que nos transforme, El nos irá dando instrucciones sobre como debemos de comportarnos en cada paso que damos.

Dios mismo pondrá en nuestro corazón el deseo de cumplir con sus mandamientos, uno de ellos es el referente a llevar a cabo el bautismo, ¿Por qué es importante bautizarnos?, ¿tiene el bautismo algo que ver con el nuevo nacimiento?.

En efecto es importante, ya que el bautismo es un simbolismo mediante al cual estamos muriendo por unos instantes y somos sepultados, para posteriormente renacer o empezar a renacer como nuevas criaturas.

Cuando cumplimos con este mandato de Dios estamos permitiendo que Dios nos haga uno de los más grandes regalos que cualquier ser humano pueda recibir.

Hechos 2:38
—Arrepiéntase y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados —les contestó Pedro—, y recibirán el don del Espíritu Santo.

El Don del Espíritu Santo, eso es lo marca la verdadera diferencia entre ser o no ser una nueva criatura.

¿Creen ustedes que es importante el recibir por medio de un acto de obediencia sincera al Espíritu Santo?

Tito 3:4-6
Pero cuando se manifestaron la bondad y el amor de Dios nuestro Salvador, 5 él nos salvó, no por nuestras propias obras de justicia sino por su misericordia. Nos salvó mediante el lavamiento de la regeneración y de la renovación por el Espíritu Santo, 6 el cual fue derramado abundantemente sobre nosotros por medio de Jesucristo nuestro Salvador.

Una vez que he confesado a Cristo, que me he bautizado, que he hecho de la lectura de la Biblia parte de mis actividades cotidianas, de la oración parte de mi diario vivir, entonces estoy en camino correcto para ser transformado en una nueva criatura, para ser regenerado.

Yo creo que muy pocos o casi nadie puede decir con certeza en que día o en que momento exactamente fueron regenerados, quizá recuerden cuando iniciaron a cambiar y a ser nuevas personas por gracia de Dios, pero todos los que han pasado por ese camino sabrán que a cada paso existen, retos, dudas, tentaciones, piedras que quieren hacerles tropezar, pero todo lo podrán superar, porque Cristo mismo los fortalece.

¿Ustedes quieren ser nuevas criaturas o quieren ser las mismas criaturas de antes, quizá con uno que otro remiendo o resane?

Mateo 9:16-17
16 Nadie remienda un vestido viejo con un retazo de tela nueva, porque el remiendo fruncirá el vestido y la rotura se hará peor.17 Ni tampoco se echa vino nuevo en odres viejos. De hacerlo así, se reventarán los odres, se derramará el vino y los odres se arruinarán. Más bien, el vino nuevo se echa en odres nuevos, y así ambos se conservan.

Dios no quiere poner las nuevas cosas buenas, dentro de las cosas viejas, El quiere que seamos hechos de nuevo para que podamos estar listos para recibir las cosas poderosas que El tiene preparadas para todos nosotros.

Recuerdan que Nicodemo no entendía lo que Jesús le decía, así mismo cuando no tenemos al Espíritu de Dios dentro de nosotros tampoco entendemos muchas cosas. Cuando renacemos en Cristo nos damos cuenta de que lo invisible a los ojos, se vuelve visible a nuestro corazón.

Romanos 6:3-4
3 ¿Acaso no saben ustedes que todos los que fuimos bautizados para unirnos con Cristo Jesús, en realidad fuimos bautizados para participar en su muerte? 4 Por tanto, mediante el bautismo fuimos sepultados con él en su muerte, a fin de que, así como Cristo resucitó por el poder del Padre, también nosotros llevemos una vida nueva.

Gálatas 2:20
20 He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí.

Necesitamos morir a lo que antes éramos, para poder estar preparados para lo que seremos.

La regeneración es necesaria para todos porque por medio de ella nos volvemos más humildes y sensibles. Una persona regenerada se siente ofendida ante la presencia del pecado. La nueva criatura comprende que debemos a Dios todo lo que somos y que no se mueve una sola hoja si El antes o lo ha permitido.

1 Corintios 2:14
14 El que no tiene el Espíritu no acepta lo que procede del Espíritu de Dios, pues para él es locura. No puede entenderlo, porque hay que discernirlo espiritualmente.

La regeneración no abre los ojos a las verdades divinas y nos hace darnos cuenta de que apartados de Cristo no somos nada y que solo podemos dar fruto si estamos en El. Recuerden que Cristo es la Vid y nosotros somos los pámpanos.

La regeneración se va dando de una manera gradual, pero ¿Cómo podemos saber si estamos siendo regenerados realmente?.

Gálatas 5:22-25
22 En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, 23 humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas. 24 Los que son de Cristo Jesús han crucificado la naturaleza pecaminosa, con sus pasiones y deseos. 25 Si el Espíritu nos da vida, andemos guiados por el Espíritu.

Cuando el Espíritu Santo hace que demos estos frutos entonces podemos alegrarnos, ya que estamos en el camino correcto, en el camino que nos acerca a Dios.

¿Ustedes han sentido que ya están dando buenos frutos?

La regeneración nos aleja del pecado, podrá haber tentaciones, podrá haber momentos en que tropezamos y parece que vamos a caer, pero Dios nos sostiene con su mano derecha y nos dice al oído “Hijo mío, eres nueva criatura, camina en santidad”.

Efesios 4:22-24
Con respecto a la vida que antes llevaban, se les enseñó que debían quitarse el ropaje de la vieja naturaleza, la cual está corrompida por los deseos engañosos; 23 ser renovados en la actitud de su mente; 24 y ponerse el ropaje de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios, en verdadera justicia y santidad.

2 Corintios 5:17
17 Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!

Que maravilla es saber que somos gente nueva o que podemos aspirar a ser regenerados por Dios.

Dios solo quiere que pongamos un poco de nuestra parte cada día, El es quién puede hacer la obra en nosotros. “Quién comenzó la buena obra la terminará”, pero Dios quiere nuestra obediencia y nuestra participación activa, sincera y decidida en el proceso de regeneración de cada uno de nosotros.

Dios quiere que nos demos cuenta de que la verdadera renovación, el nuevo nacimiento solo se puede lograr cuando somos obedientes y buscamos ser como Cristo.

No basta asistir a la Iglesia, si es que no lo hacemos con un espíritu que agrade a Dios.

No basta con haber sido bautizado hoy, si mañana me olvido de mi compromiso con Cristo y sigo caminando por las mismas veredas torcidas que ayer.

No basta haber nacido en un hogar cristiano, si no llevo un sincero deseo de agradar a Dios en el corazón.

1 Juan 3:9-10
9 Ninguno que haya nacido de Dios practica el pecado, porque la semilla de Dios permanece en él; no puede practicar el pecado, porque ha nacido de Dios.10 Así distinguimos entre los hijos de Dios y los hijos del diablo: el que no practica la justicia no es hijo de Dios; ni tampoco lo es el que no ama a su hermano.

Romanos 12:2
No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.

Romanos 8:10-13
10 Pero si Cristo está en ustedes, el cuerpo está muerto a causa del pecado, pero el Espíritu que está en ustedes es vida a causa de la justicia.11 Y si el Espíritu de aquel que levantó a Jesús de entre los muertos vive en ustedes, el mismo que levantó a Cristo de entre los muertos también dará vida a sus cuerpos mortales por medio de su Espíritu, que vive en ustedes.
12 Por tanto, hermanos, tenemos una obligación, pero no es la de vivir conforme a la naturaleza pecaminosa.13 Porque si ustedes viven conforme a ella, morirán; pero si por medio del Espíritu dan muerte a los malos hábitos del cuerpo, vivirán.


Yo te pregunto, ¿qué es lo que quieres para ti, vida o muerte?, ¿quieres vivir temporalmente para la carne o prefieres vivir eternamente en Cristo?.

¿Qué es más importante para ti, los placeres pasajeros o la esperanza de ver a Cristo cara a cara, de estar en su presencia y de alabarle por toda la eternidad?.

Hermano, solo tú sabes lo que guarda tu corazón, solo tú conoces las respuestas a las preguntas que te hice. Bueno eso es algo impreciso, porque aparte de ti, Dios también conoce lo que hay en tu corazón.

Desde aquí yo te invito a que decidas regenerarte, a que decidas ser una nueva criatura por gracia de Cristo y si es que ya eres un cristiano nacido de nuevo, te invito a que ayudes a otros a acercarse a Dios y a las bendiciones que El tiene preparadas para todos nosotros, bendiciones que hablan de vida, vida plena y abundante.

Dios los bendiga a todos.

Amén.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Personas idóneas para la alabanza


No podemos permitirnos el lujo de decidir nosotros quién puede y quién no puede ministrar, no podemos entregar la dirección de la adoración congregacional, que es el punto más culminante de nuestro culto a Dios, a quién “no tiene dedos para el piano”.

Todavía existen ideas muy tergiversadas a la hora de nominar a aquellas personas que nos ayudarán en la ministración de las alabanzas congregacionales, pues lo que prima en quienes deben nombrar o elegir a los designados es más bien un sentimiento de amistad que mas bien el buscar o reconocer dones o habilidades innatas que algunos hermanos tienen, y que obviamente, son los que Dios de antemano ya ha designado. Digo esto pues tengo la certeza de que cada paso que estamos dando en esta maravillosa renovación de la alabanza y adoración musical, es Dios mismo quién está interesado en restaurarla, es Dios mismo el que se ha estado dando el tiempo para preparar personas idóneas para este ministerio, Él no desea que se improvise, Él no desea que se haga solo lo mejor posible, Él no desea usar a personas a las cuales Él no ha ungido, Él no desea ser ministrado por personas que no saben hacerlo, Él no desea que ministren aquellos que no están aptos, Él no desea que ministren personas que han sido capacitadas para otros ministerios, lo que el corazón de Dios desea y anhela es escuchar a aquellos que Él ha preparado, a aquellos que Él ha nominado, a aquellos en quién Él ha confiado esta labor: a sus Levitas. Por lo cual, quienes estamos directamente involucrados en este ministerio de la alabanza, debemos tener muy claro qué espera Dios de nosotros, como personas, como ministros suyos, como siervos al servicio del sacerdocio en bien de la congregación, pues si Dios ha de derramar su unción o una bendición especial sobre su pueblo, si Dios ha de desatar un avivamiento en medio nuestro, nosotros, los Levitas de este tiempo, debemos ser los primeros receptores de su intención y debemos ser capaces de ser el cauce necesario y santo que Dios utilizará para el derramamiento de su bendición.

En 2ª de Crónicas 25:1 leemos que los Levitas fueron designados para “profetizar” al pueblo, por tanto si de profetizar se trata, si se trata de entregar un mensaje de parte de nuestro Dios a su pueblo, Él lo hará a través de nosotros, pero para que así suceda nosotros debemos estar lo suficientemente capacitados para poder ministrar a su pueblo acerca de lo que Él quiere dar a su pueblo y no de lo que a nosotros nos parece lo apropiado, o lo que nosotros, en obediencia a la autoridad que nos confirió esta misión, hemos preparado para entregar al pueblo. Por muy excelente que nos parezca a veces el hacer algo diferente en la ministración musical que nos ha tocado hacer, lo que primero tenemos que considerar es la opinión del Señor, y no esperar los resultados para ver si era o no era del Señor. No podemos darnos el lujo de jugar con nuestros ministerios; en cualquier Empresa, Industria o Corporación, los empleadores llenan las vacantes de acuerdo a las necesidades propias de cada cargo en particular y nadie, en su sano juicio, empleará a un carpintero para labores de electricidad ni a un mecánico para llenar la vacante de dibujante. Es lógico y normal, que todas las personas tengamos un oficio, una profesión o una habilidad especial, y es en la cual nos desempeñamos profesionalmente, a menos que nos capacitemos especialmente para ocupar otro cargo, por lo mismo en nuestras congregaciones es imperativo el emplear a las personas adecuadas para desempeñar los oficios, cargos o ministerios para el cual Dios nos ha capacitado. Dios jamás improvisa, Él tiene todo bajo su control, Él tiene todo planificado y nada se escapa a su voluntad, a menos que nosotros queramos hacer lo que bien nos parezca y no tengamos la sensibilidad adecuada para hacer lo que a El le agrada y no sepamos cómo se adora en espíritu y en verdad.

No podemos permitirnos el lujo de decidir nosotros quién puede y quién no puede ministrar, no podemos entregar la dirección de la adoración congregacional, que es el punto más culminante de nuestro culto a Dios, a quién “no tiene dedos para el piano”, solo por el hecho de que es un hermano fiel a las reuniones, ni porque es el único en quién podemos confiar porque es antiguo en la congregación, ni porque es el más simpático, ni porque es el que “no sabe mucho pero harto empeño que le hace”, no hermano, no es por esfuerzo personal que Dios ha elegido a sus ministros, les reitero que Dios no eligió a los Levitas en tiempos de Moisés porque estos eran los con más aptitudes musicales o de servicio, Dios los eligió porque quería ordenar este ministerio y requería a toda una tribu, Él requería todo un grupo de personas con una misma visión, con los mismos objetivos: servir y guiar al pueblo hasta la presencia misma del Dios Altísimo. Y Él no ha cambiado, ni cambiará nunca, ni su anhelo de formar un pueblo de adoradores ha menguado, Él sigue siendo el mismo, su infinita paciencia y misericordia aún nos acompaña, y no podemos desperdiciar el tiempo dedicado a la alabanza y adoración musical congregacional, estableciendo a pseudos directores de canto, que jamás han tenido habilidades, que jamás han estudiado, que jamás se han preparado, y creen que cualquiera puede hacerlo, creen que es llegar y subir al púlpito y establecer un contacto con el Espíritu Santo para que santifique a su pueblo y llevarlos hasta la presencia de Dios.

Marcos Witt, en una de sus enseñanzas, nos hizo pensar en que un director de cantos debe tener ojos por delante, ojos por detrás, y ojos por dentro, haciendo una comparación con lo descrito en el capítulo 4 de Apocalipsis. Ojos por delante sería la sensibilidad del director para detectar la necesidad del pueblo que está siendo dirigido, ojos por detrás serían los músicos y cantores que le acompañan en la ministración, y los ojos por dentro lo asemeja al Espíritu Santo que es quien nos va dirigiendo a nosotros revelando lo que Dios desea para el pueblo. En otras palabras quien dirige debe estar de tal forma comprometido con el quehacer de la meta de la ministración, que es la de guiar al pueblo hasta la presencia misma de Dios, tal como los Levitas de antaño, para que el Espíritu Santo pueda obrar en completa libertad, sabiendo que todos estamos en un mismo sentir, en una misma dirección, en un mismo objetivo: adorar al Señor en espíritu y en verdad, no solo de labios, no solo de apariencia, no porque es el momento en el orden culto, ni porque la música es de nuestro agrado, ¡es porque nuestro corazón se ha encendido en alabanza!, ¡es porque el Espíritu Santo ha desatado nuestras ataduras!, ¡es porque el Espíritu Santo nos ha santificado!, ¡es porque las huestes de maldad han tenido que salir huyendo ante la presencia de Dios!, ¡es porque Dios mismo está con nosotros habitando!, ¡Gloria a Dios!. Creo que solo entonces comprenderemos la importancia de designar personas idóneas para la dirección del canto. Muchos ejemplos encontramos en Crónicas, de Quenanías, y de otros que también dirigían, pero con la diferencia que ellos estaban totalmente comprometidos por la causa, totalmente compenetrados en el mover de su santa unción, totalmente aptos para la obra a que habían sido llamados, totalmente bajo la dirección del Espíritu Santo, totalmente habilitados por Dios, ¡totalmente preparados para toda buena obra!. Quienes dirigimos alabanza entramos en guerra al inicio de cada culto, no cantamos para deleite de los asistentes, no cantamos para ser juzgados y premiados, no cantamos jamás por cantar, cantamos para guerrear, cantamos para que huyan nuestros enemigos, cantamos para declarar victoria, cantamos para alabanza de su nombre, cantamos para adorar al único que es digno de recibir la gloria: Jehová es su nombre, el Gran Yo Soy, el que siempre es, el que siempre permanece, el que me ha capacitado para servirle, el que ha invertido tiempo en mi preparación, el que dio a su único hijo con el fin de tenerme a su lado…”Oh Dios, cuán grande es tu amor, no lo puedo comprender, no lo puedo discernir, solo sé que me amas, recibe toda mi vida, es tuya pues tú pagaste por ella, oh Señor capacítame, cada día para que todo mi desempeño sea de tu agrado, para que todo lo que yo haga, sea lo que tú quieres que haga, te amo mi Dios, te amo mi Rey, quiero ser un adorador y guiar a tu pueblo a tu lado”.

Fuente: PoderyGloria.com

¿Qué dice la Biblia acerca de los demonios?

Apocalipsis 12:9 es la Escritura más clara sobre la identidad de los demonios, “Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.” La Biblia indica que los demonios son ángeles caídos que junto con Satanás se rebelaron contra Dios. La caída del cielo de Satanás está descrita en Isaías 14:12-15 y Ezequiel 28:12-15. Apocalipsis 12:4 parece indicar que Satanás tomó una tercera parte de los ángeles con él cuando pecó. Judas verso 6 menciona a los ángeles que pecaron. Así que es muy probable que los demonios sean los ángeles que siguieron a Satanás en pecar contra Dios.

Satanás y sus demonios buscan ahora engañar y destruir a todos los que siguen y adoran a Dios (1 Pedro 5:8; 2 Corintios 11:14-15). Los demonios son descritos como espíritus inmundos (Mateo 10:1; Marcos 1:27), y ángeles de Satanás (Apocalipsis 12:9) Satanás y sus demonios engañan al mundo (2 Corintios 4:4), atacan a los cristianos (2 Corintios 12:7; 1 Pedro 5:8), y combaten contra los santos ángeles de Dios (Apocalipsis 12:4-9). Los demonios son seres espirituales, pero pueden aparecer en forma física (2 Corintios 11:14-15). Los demonios / ángeles caídos son enemigos de Dios – pero son enemigos derrotados. “... Porque Mayor es EL que está en vosotros, que el que está en el mundo” (1 Juan 4:4).

Un corazón agradecido

Por Charles F. Stanley

Cómo mantener la perspectiva correcta en tiempos difíciles.

Gratitud es uno de los aspectos más importantes de la vida cristiana. Sea que lo sepamos o no, esta actitud no sólo tiene la capacidad de prepararnos para manejar las situaciones difíciles; también es un elemento fundamental para tener contentamiento, esperanza y paz.

No todo lo que experimentaremos en la vida será agradable. Cuanto más vivamos, aumentarán las ocasiones que tendremos para enfrentar sufrimientos, sentimientos de pesar y desilusiones.

He conocido a personas que, después de hablar con ellas durante unos minutos, terminan expresando profundos sentimientos de frustración. No entienden por qué sus vidas terminaron siendo tan diferentes a lo que habían imaginado.

Los planes que habían hecho con tanto entusiasmo, y sus sueños, fueron a parar en todo lo contrario de lo que esperaban.

"La última cosa que quiero hacer es darle gracias a Dios por la muerte de mi esposo", dijo una señora. "¿Cómo puedo estar agradecido?", preguntó un joven estudiante. Se le había otorgado una beca, sólo para tener que renunciar a ella por causa de un intempestivo accidente. Es que tener un espíritu de gratitud no significa que nunca lucharemos con sentimientos de decepción y desánimo. Las grandes adversidades rara vez nos ponen una sonrisa en el rostro; sin embargo, aprender a mirar más allá de la tristeza a Aquél que conoce y comprende nuestros sentimientos, nos proporciona la firme seguridad de que no estamos solos, y de que nos abriremos paso a través de la oscuridad más profunda.

Declarar Su bondad

En uno de los momentos de mayor abatimiento en su vida, David escribió: "Bueno es alabarte, oh Jehová, y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo; anunciar por la mañana tu misericordia, y tu fidelidad cada noche" (Sal. 92:1, 2). Las personas a quienes el Señor ha enseñado a ser agradecidas, tienen un enfoque diferente. En vez de estar centradas en su "yo", su mirada está centrada en Dios. A través del proceso de hacerle frente a la adversidad, han recibido un destello de la perspectiva divina. Y han descubierto que Dios es nuestro Salvador y Dios de toda consolación. Él entiende nuestros sentimientos de frustración y de depresión, pero quiere levantarnos para que podamos conocerle mejor y hablar a los demás de Su fidelidad.

Lo único que David podía ofrecer a los demás era la piedra angular de su vida, es decir, su fe en Dios. Amaba al Señor, a pesar de no entender la razón por la que su vida había dado un giro tan terrible. ¿No se suponía que él era el rey? ¿Por qué tuvo que morir su mejor amigo? ¿No debía él tener la oportunidad de vivir con paz y seguridad? No en esos momentos.

En varios de los libros que he escrito, menciono el período en que estuve sufriendo de una profunda tristeza. Recuerdo que me levanté una mañana, abrumado por sentimientos de desánimo. El dolor emocional que sentía era grande, por lo que caí de rodillas junto a mi cama y comencé a orar: "Señor, no entiendo por qué estoy enfrentando esto. ¿No hay una manera de ponerle fin a todo esto? Haz algo".

El Señor respondió, pero Su solución no fue cambiar mi situación. Simplemente sentí Su cercanía mientras susurraba tres palabras a mi corazón y a mi mente: "Confía en mí". Estas tres palabras hicieron más de lo que pudieran haber hecho una docena de soldados. Me puse de pie y comencé ese día con una nueva sensación de dirección y esperanza. Dios había oído mi oración, y sabía lo que me estaba pasando. Aunque el Señor pudo haber optado por aliviar mi angustia, quiso que supiera que estaba al tanto del problema y que podía confiar en Él porque Dios es soberano y todopoderoso, y me ama con un amor eterno.

A partir de ese momento, me propuse tener un corazón agradecido. No puedo decir que he disfrutado de todas mis circunstancias, porque algunas han sido dolorosas. Pero sí puedo decir que mi actitud cambió. En vez de acercarme a Dios con una lista de "¿no sabes?", tales como: "Señor, ¿no sabes que esto es difícil? ¿No sabes que estoy sufriendo? ¿No sabes que la gente está hablando mal de mí? ¿No sabes que me siento derrotado?", voy a Él con un corazón sincero y le pido que me muestre cómo debo responder. También le pedí al Señor que me revelara lo que Él quería enseñarme durante ese tiempo de adversidad.

Al cambiar mi perspectiva, comencé a dar gracias a Dios por haberme permitido pasar por ese valle. Me di cuenta de que cuanto mayor era el dolor, más cerca estaba yo de Él. Estaba aprendiendo a confiar en el Señor para todo, incluso para las cosas que había acostumbrado hacer por mi cuenta. Él siempre había estado en el centro de mi vida, pero ahora el Señor estaba haciendo más nítido mi enfoque. Yo no quisiera pasar nuevamente por esa experiencia, pero no le pediría a Dios que cambiara un solo detalle. El dolor que experimenté fue perfectamente diseñado para acercarme más al Señor.

Decidido a mostrar gratitud

Cuando la vida de Job se vio llena de problemas serios, la Biblia dice que él "se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y adoró [al Señor, diciendo]: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito" (Job 1:20, 21). La Biblia hace constar que Dios tomó nota de la fidelidad de Job: "En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno" (v. 22).

Job no estaba alegre por lo que le había sucedido. Su dolor era real, y muy agudo. Dios sabe que cuando la adversidad nos golpee, sentiremos lo mismo. Pero Él quiere que veamos lo provechoso que resulta responder con fidelidad, en vez de hacerlo con miedo o ansiedad. Job tenía sólo una opción, la opción que lleva a adorar y alabar a Dios, no por la tragedia, sino por Su fidelidad.

Si su vida da un giro diferente al que espera, ¿cómo pudiera usted tener una actitud de agradecimiento?

En primer lugar, tenga en cuenta que Dios conoce y entiende su situación. Él permitió que la tragedia, la frustración o la tristeza le golpearan. Pero usted puede elegir responder con fidelidad. Después de recibir la noticia de que tenía cáncer, el ex Secretario de Prensa de la Casa Blanca, Tony Snow, escribió lo siguiente en un artículo que apareció en Internet: "No debemos pasar mucho tiempo tratando de responder los ‘por qué’. No podemos encontrar respuestas a muchas de las cosas que nos ocurren, nuestras preguntas a menudo son una expresión de angustia en búsqueda de respuestas".

"No sé la razón por la qué tengo cáncer, y no me importa mucho saberlo. Es lo que es, una verdad sencilla e indiscutible… Nuestras enfermedades expresan un aspecto que es central a nuestra existencia. Somos criaturas caídas. Somos imperfectos. Nuestros cuerpos colapsan. Pero, a pesar de esto, Dios ofrece la posibilidad de la salvación y de la gracia. No sabemos cómo terminarán nuestras vidas, pero sí nos toca decidir cómo vamos a utilizar el tiempo que hay entre el ahora y el momento cuando nos enfrentemos cara a cara con nuestro Creador".

En segundo lugar, tenemos que ser honestos con nuestras circunstancias. Es posible que no cambien de la noche a la mañana. Pero cuando aprendemos a verlas desde la perspectiva divina, podremos soportar el plan de Dios sin cuestionar Su cuidado, Su fidelidad y Su amor.

En tercer lugar, reconozca que algunos versículos de la Biblia que tienen que ver con el agradecimiento, son mucho más fáciles de memorizar que de aplicar. Dios sabe que usted sentirá derrotado, pero eso no es lo mejor que Él tiene para usted. En 1 Tesalonicenses 5:16-18, el apóstol Pablo escribió: "Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús". El apóstol tuvo también el mismo pensamiento en Efesios 5:20, cuando escribió: "dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo". Las tres palabras que muchas personas no notan cuando leen estos versículos son "siempre" y "en todo". En realidad, no se dan cuenta de la magnitud de lo que Dios está diciendo. Uno de sus mayores deseos es que experimentemos la libertad y el gozo que surgen del hecho de poder "dar gracias en todo". Pero no podemos hacerlo si estamos enredados por sentimientos de animosidad, de amargura y de pesadumbre.

Finalmente, tenemos que entregarle nuestro dolor al Señor. La mañana que caí de rodillas clamando a Dios, fue un momento crucial en mi vida. Siempre había dicho a las personas que libraran sus batallas de rodillas, y el consejo demostró ser efectivo una vez más. Mientras nos mantengamos de pie y con los puños cerrados, nos podremos levantar nuestro corazón en acción de gracias al Señor, ni podremos abrir las manos a Él en alabanza.

¿Cuántas personas conoce usted, que le hacen sonreír por dentro cuando piensa en ellas? Si lo analiza, es probable que las vidas de esas personas rebosen de gratitud. Probablemente han pasado por tiempos difíciles de graves problemas, pero hay en ellas un sentimiento de contentamiento, de gozo y de paz que usted quisiera tener en su vida. Usted puede experimentar ese mismo sentimiento, ya que todo comienza con reconocer su necesidad de Jesucristo. Una vez que usted se da cuenta de que no puede hacer nada sin la ayuda de Dios, tendrá un agradecimiento tal, que querrá hablar a todo el mundo de la bondad y de la misericordia del Señor. La mujer que llegó sola al pozo para sacar agua, estaba vacía. Su vida era un desastre, y su reputación estaba destruida.

Pero Jesús se encontró con ella en la situación que vivía, y le ofreció el agua de vida que había de satisfacer todos sus anhelos (Jn. 4:10).

Levanto mis manos - Samuel Hernandez

martes, 2 de diciembre de 2008

Salmos 34 (Reina-Valera 1960)

1 Bendeciré a Jehová en todo tiempo;
Su alabanza estará de continuo en mi boca.


2 En Jehová se gloriará mi alma;
Lo oirán los mansos, y se alegrarán.


3 Engrandeced a Jehová conmigo,
Y exaltemos a una su nombre.


4 Busqué a Jehová, y él me oyó,
Y me libró de todos mis temores.


5 Los que miraron a él fueron alumbrados,
Y sus rostros no fueron avergonzados.


6 Este pobre clamó, y le oyó Jehová,
Y lo libró de todas sus angustias.


7 El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen,
Y los defiende.


8 Gustad, y ved que es bueno Jehová;
Dichoso el hombre que confía en él.


9 Temed a Jehová, vosotros sus santos,
Pues nada falta a los que le temen.


10 Los leoncillos necesitan, y tienen hambre;
Pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien.


11 Venid, hijos, oídme;
El temor de Jehová os enseñaré.


12 ¿Quién es el hombre que desea vida,
Que desea muchos días para ver el bien?


13 Guarda tu lengua del mal,
Y tus labios de hablar engaño.


14 Apártate del mal, y haz el bien;
Busca la paz, y síguela.


15 Los ojos de Jehová están sobre los justos,
Y atentos sus oídos al clamor de ellos.


16 La ira de Jehová contra los que hacen mal,
Para cortar de la tierra la memoria de ellos.


17 Claman los justos, y Jehová oye,
Y los libra de todas sus angustias.


18 Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón;
Y salva a los contritos de espíritu.


19 Muchas son las aflicciones del justo,
Pero de todas ellas le librará Jehová.


20 El guarda todos sus huesos;
Ni uno de ellos será quebrantado.


21 Matará al malo la maldad,
Y los que aborrecen al justo serán condenados.


22 Jehová redime el alma de sus siervos,
Y no serán condenados cuantos en él confían.

sábado, 29 de noviembre de 2008

Ritmos Mundanos y Letra Cristiana.


Por Marco Barrientos|

Al viajar por diferentes partes de nuestro continente, muchas veces la gente me hace la siguiente pregunta: ¿No será la música cristiana contemporánea una concesión entre ritmos mundanos y letra cristiana?

Y la respuesta es: Definitivamente no, ya que la música cristiana contemporánea es una expresión del corazón de hombres y mujeres que han sido tocados por el amor de Dios y que le muestran su gratitud a través de sus canciones. Ellos comparten su mensaje usando el don que Dios les dió y el lenguaje con el que se expresan mejor: la música.

Ciertamente existe una controversia en cuanto a los ritmos y estilos musicales contemporáneos. ¿Son aceptables en la música cristiana? ¿Se vale usar salsa, rock, merengue, rap, etc para transmitir un mensaje cristiano? Para contestar esta pregunta sin prejuicios, debemos hacer a un lado nuestras preferencias o gustos personales como el criterio que determina si un estilo o ritmo es o no “de Dios”, y enfocarnos en dos consideraciones que son realmente importantes: La Cultura de los jóvenes y El Balance de la Música.

1. La Cultura se puede definir como el conjunto de costumbres y hábitos que un grupo de personas practica. Los antropólogos nos dicen que el lenguaje es el elemento más importante de una cultura. Y la música es el lenguaje más poderoso que usan los jóvenes, pues trasciende aun las barreras nacionales y de idioma. Así como cada cultura o grupo étnico tiene su propio lenguaje, y este evoluciona con el tiempo, la música cristiana contemporánea es una de las expresiones de la cultura del joven cristiano de hoy. Y es necesaria porque presenta el poderoso mensaje del Evangelio en un lenguaje relevante, actual, pero sobre todo accesible para los jóvenes. En otras palabras: “les habla en su propio idioma”.

Ahora bien, debemos reconocer que no todos los elementos de una cultura son buenos. Por eso, cuando rendimos nuestra vida a Jesucristo, debemos adecuar nuestra “cultura” (hábitos) para alinearla con la Cultura del Reino de Dios (Mateo 5 al 7), y cambiar hábitos y corregir costumbres para que nuestro andar sea agradable a Dios. Obviamente, esto incluye la música que escuchas. Si quieres agradar a Dios, ya no escucharás música que exalta al diablo y su mensaje de rebeldía, perversión y ocultismo. Definitivamente hay música diabólica, pero eso lo determina la letra de las canciones, y el espíritu que hay detrás de ellas, y no los ritmos que usa. Hay baladas con música de violines que promueve un espíritu perverso de sensualidad; y hay canciones que usan ritmos muy intensos, y sin embargo están llenas del poder de Dios.

2. El Balance tiene que ver con la estructura de la música. Déjenme explicarlo: la música se compone de tres elementos principales que son melodía, armonía y ritmo. Estos deben funcionar en un balance que se manifiesta de la siguiente manera: La melodía debe dominar, ascendiendo y descendiendo en la escala musical; la armonía debe apoyar a la melodía, alternando acordes mayores y menores; y el ritmo debe proveer una base para la melodía y la armonía al combinar la repetición y la variación en sus patrones. Cuando los tres elementos de la música funcionan en un balance, el efecto que esta tiene sobre los oyentes es muy positivo, al grado de que estudios científicos realizados con animales han demostrado que la música balanceada hace que las gallinas pongan más huevos y que las vacas den más leche!

Es verdad que algunas de las expresiones de la música cristiana contemporánea están desbalanceadas pues existe un predominio de la base rítmica sobre la melodía y armonía. Esto puede producir algunos efectos negativos, como ansiedad y tensión, pero eso de ninguna manera significa que esa música sea “del Diablo”. Tomar demasiado refresco de cola puede ser muy perjudicial, pero eso no significa que tu marca favorita sea “del Diablo”. (aunque es probable que algunos así lo crean también). Todo es cuestión de balancear tu dieta, tanto en lo que comes, como en lo que escuchas.

Lo que realmente es importante es evaluar cuál es la influencia espiritual que hay detrás de la música, o en otras palabras, cuál es el “espíritu” que impulsa al compositor y ejecutante. La Biblia dice: “De la abundancia del corazón habla la boca”. También declara: “Un arbol bueno no puede dar fruto malo y una arbol malo no puede dar fruto bueno” y “De una misma fuente no pueden brotar agua dulce y amarga”. Si el compositor y ejecutante de la música que escuchas esta consagrado a Dios (sólo observa su estilo de vida y su mensaje), su música será un vehículo a través del cual el Espíritu Santo bendecirá tu vida. Pero si está consagrado a un espíritu de tinieblas (nuevamente, sólo observa su vida) esa influencia penetrará tu vida a través de la música, y tarde o temprano te dominará a ti también.

jueves, 27 de noviembre de 2008

Canto para ti

Canto para ti
Porque me haces habitar
En un lugar seguro
Donde puedo reposar.

Canto para ti
Porque se que en tu soñar
No olvidas mi Señor
Lo que anhelo realizar.

Canto para ti
Porque se que al escuchar
Cuando clamo en oración
Tu respuesta ha de llegar.

Patricia J. Olivera Costilla

¡Ven a Jesus!

¿Cómo puedo vencer el pecado en mi vida cristiana?

La Biblia habla de los recursos que tenemos para vencer nuestra pecaminosidad:

(1) El Espíritu Santo – El Espíritu Santo es un don que Dios nos ha dado (a Su iglesia) para ser victoriosos en el vivir cristiano. En Gálatas 5:16-25, Dios hace un contraste entre las acciones de la carne y el fruto del Espíritu. En ese pasaje, somos llamados a caminar en el Espíritu. “Todos los creyentes ya poseen el Espíritu Santo, pero este pasaje nos dice que necesitamos caminar en el Espíritu, dejando bajo Su control nuestra voluntad. Esto significa que deberíamos llevar a la práctica lo que el Espíritu Santo nos induce a hacer en nuestras vidas, en lugar de seguir los deseos de la carne.

La diferencia que el Espíritu Santo puede hacer en la vida del creyente, se demuestra en la vida de Pedro, quien antes de ser lleno del Espíritu Santo, negó a Jesús tres veces, habiendo dicho antes, que seguiría a Cristo hasta la muerte. Una vez lleno del Espíritu, habló del Salvador a los judíos en Pentecostés, de manera fuerte y abierta.

Uno camina en el Espíritu tratando de no bloquear lo que él mismo nos induce a hacer (“sin apagar al Espíritu” como dice en 1ª Tesalonicenses 5:19) y buscar más bien, ser lleno del Espíritu (Efesios 5:18-21). ¿Cómo uno se llena del Espíritu Santo? Primero, es elección de Dios igual que lo era en el Antiguo Testamento. Elegía individuos e incidentes específicos en el Antiguo Testamento, para llenar a individuos que él escogía para llevar a cabo una obra que él la quería hecha (Génesis 41:38; Éxodo 31:3; Números 24:2; 1ª Samuel 10:10; etc.) En Efesios 5:18-21 y Colosenses 3:16, hay evidencia de que Dios escoge llenar a aquellos que se están llenando de la Palabra de Dios, como evidenciado el hecho, de que el resultado de cada llenura en aquellos versículos es similar. De manera que, eso nos lleva a nuestro siguiente recurso.

(2) La Palabra de Dios, la Biblia – 2ª Timoteo 3:16-17 dice que Dios nos ha dado Su Palabra para equiparnos para cada buena obra. Esto nos enseña cómo vivir y qué creer, nos revela cuando hemos escogido senderos erróneos, nos ayuda a regresar al sendero correcto, y nos ayuda a permanecer en ese sendero. Como nos comparte Hebreos 4:12, la Palabra es viva y eficaz, y capaz de penetrar en nuestros corazones, para arrancar los problemas más profundos que humanamente hablando no se pueden vencer. El salmista habla acerca de este poder que puede cambiar vidas en Salmos 119:9, 11, 105 y otros versículos. A Josué se le dijo que la clave del éxito para vencer a sus enemigos (una analogía para nuestra batalla espiritual) no era olvidar este recurso, sino más bien meditar en la Palabra día y noche, de manera que pudiera cumplirlo. El lo hizo, aún cuando lo que Dios le ordenó, no tenía sentido militar, y esta fue la clave para su victoria en Su lucha por obtener la Tierra Prometida.

Este comúnmente es un recurso que lo tratamos de manera trivial. Damos prueba de ello, al llevar nuestras Biblias a la iglesia o leer el devocionario diario o un capítulo diario, pero fallamos en memorizarla, en meditar en ella, en buscar la aplicación para nuestras vidas, en confesar los pecados que nos revela, en adorar a Dios por los dones que revela habernos dado. A menudo nos volvemos, o anoréxicos o bulímicos cuando se trata de la Biblia. Al alimentarnos de la Palabra, aspiramos lo suficiente como para mantenernos vivos espiritualmente, pero lo hacemos solamente cuando vamos a la iglesia (pero nunca ingerimos lo suficiente para ser cristianos saludables y prósperos); o a menudo nos alimentamos, pero nunca meditamos el tiempo suficiente, como para obtener de ella una nutrición espiritual.

Si usted no ha hecho un hábito de estudiar la Palabra de Dios sobre una base diaria de una manera significativa, y de memorizarla mientras pasa a través de los pasajes que el Espíritu Santo deja grabado en su corazón, es importante que desde ya comience a hacer de ello un hábito. También le sugiero comenzar un diario (puede ser en el computador si usted puede tipiar más rápido que escribir) o en un cuaderno espiral, etc. Tenga como un hábito no dejar la Palabra de Dios, hasta que haya escrito algo que lo beneficie. A menudo, yo anoto oraciones que hago a Dios, pidiéndole que me ayude a cambiar en las áreas en las que El también me pedido hacerlo. ¡La Biblia es la herramienta que utiliza el Espíritu en nuestras vidas y en las vidas de otros (Efesios 6:17), una parte indispensable y primordial de la armadura que Dios nos da, para pelear nuestras batallas espirituales (Efesios 6:12-18)!

(3) La oración – Este es otro recurso esencial que Dios ha dado. Nuevamente, este es un recurso que los cristianos mencionan pero no lo ponen en práctica, le dan un uso muy pobre. Tenemos reuniones de oración, tiempos de oración, etc., pero no encontramos el uso que le daba a ella la iglesia de la antigüedad, como puede ver en los ejemplos (Hechos 3:1; 4:31; 6:6; 13:1-3, etc.). Pablo repetidamente menciona cómo oró por aquellos a quienes ministró. Nosotros tampoco utilizamos de la manera correcta este gran recurso que está a nuestra disposición. Pero Dios nos ha dado promesas maravillosas concernientes a la oración (Mateo 7:7-11; Lucas 18:1-8; Juan 6:23-27; 1ª Juan 5:14-15, etc.). ¡Y nuevamente Pablo incluye esto, en su pasaje referente a cómo prepararse para la batalla espiritual (Efesios 6:18)!

¿Cuán importante es esto? Al observar nuevamente a Pedro, se puede ver palabras de Cristo para él en el Huerto de Getsemaní antes de que lo negara. Ahí, mientras Jesús está orando, Pedro está durmiendo. Jesús lo despierta y dice, “Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil” (Mateo 26:41). Usted, como Pedro, quiere hacer lo que es correcto, pero no encuentra la fortaleza. Necesitamos seguir la recomendación de Dios, de mantenernos buscando, llamando, pidiendo… y El va a darnos la fortaleza que necesitamos (Mateo 7:7). Pero necesitamos no solamente mencionar, sino poner en práctica este recurso.

No estoy diciendo que la oración es mágica. No lo es. Dios es formidable. La oración es simplemente reconocer nuestras propias limitaciones, y el poder inagotable de Dios, y volvernos a El por esa fuerza, para hacer lo que EL quiere que hagamos (no lo que NOSOTROS queremos hacer) (1ª Juan 5:14-15).

(4) La Iglesia - Nuevamente, este último recurso es uno que tendemos a ignorar. Cuando Jesús envió a Sus discípulos, los envió de dos en dos (Mateo 10:1). Cuando leemos acerca de los viajes misioneros en el libro de los Hechos, vemos que no salían uno a la vez, sino en grupos de dos o más. Jesús dijo que donde están dos o tres congregados en Su nombre, allí está El en medio de ellos (Mateo 18:20). El nos manda a no dejar de congregarnos como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras (Hebreos 10:24-25). El nos manda confesar nuestras ofensas unos a otros (Santiago 5:16). En la literatura acertada del Antiguo Testamento, se nos dice que hierro con hierro se aguza; y así el hombre aguza el rostro de su amigo (Proverbios 27:17) “Cordón de tres dobleces no se rompe pronto”. Hay fortaleza en el número (Eclesiastés 4:11-12).

Hay hermanos y hermanas en Cristo, que se comunican a través del teléfono o en persona, y comparten su caminar cristiano, sus luchas, sus problemas, etc., se comprometen a orar unos por otros, y son responsables de sostenerse unos a otros para aplicar la Palabra de Dios en sus relaciones, etc.

Algunas veces los cambios vienen rápidamente en unas áreas, y lentamente en otras. Pero Dios nos ha prometido, que mientras hacemos uso de sus recursos, El VA a producir cambio en nuestras vidas. ¡Persevere sabiendo que El es fiel a Sus promesas!

Aprendamos a ser compasivos


La enfermera acompañó a un joven cansado y ansioso hasta la cama de un hombre mayor. Su hijo está aquí, le susurró al paciente. Tuvo que repetir esas palabras varias veces antes que los ojos del paciente se abrieran. Estaba bajo los efectos de un fuerte sedante debido al dolor por su ataque al corazón, y veía confusamente al joven parado en el exterior de su carpa de oxígeno.

Extendió su mano y el joven la tomó firmemente con las suyas, transmitiéndole un mensaje de aliento. La enfermera trajo una silla al lado de la cama. Toda la noche el joven estuvo sentado sosteniendo la mano del anciano y dándole suaves palabras de esperanza. El moribundo no decía nada mientras se sostenía firmemente de su hijo.

Al acercarse la madrugada, el paciente murió. El joven puso sobre la cama la mano sin vida que había estado sosteniendo y fue a notificar a la enfermera. El joven esperó, mientras la enfermera hacía lo necesario. Cuando concluyó su tarea, la enfermera comenzó a prodigar palabras de consuelo al joven. Pero él la interrumpió.

-¿Quién era ese hombre?, le preguntó.

-Yo creí que era su padre, contestó la sorprendida enfermera.

-No, no era mi padre, contestó él, nunca antes lo había visto.

-¿Por qué, entonces, no me dijo nada usted cuando lo llevé hasta él?, le preguntó la enfermera.

-Él replicó, Yo también sabía que él necesitaba a su hijo, y su hijo no estaba aquí. Cuando me di cuenta que estaba demasiado enfermo como para distinguir si yo era o no su hijo, comprendí cuánto me necesitaba.

Colosenses 3:12 -15

12. Por tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, vestíos de profunda compasión, de benignidad, de humildad, de mansedumbre y de paciencia,

13. soportándoos los unos a los otros y perdonándoos los unos a los otros, cuando alguien tenga queja del otro. De la manera que el Señor os perdonó, así también hacedlo vosotros.

14. Pero sobre todas estas cosas, vestíos de amor, que es el vínculo perfecto.

15. Y la paz de Cristo gobierne en vuestros corazones, pues a ella fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos.

Fuente: Aguas Refrescantes, Editorial UNILIT

Haciendo Tiempo para Orar


Por Luis Palau

¿Sabe usted cuál es la razón principal por la cual los cristianos-de todas las edades-se apartan del camino del Señor Jesucristo? ¿Es acaso la indiferencia? ¿La falta de buena comunión cristiana? ¿La tentación?
Yo sugeriría la falta de oración.

¿Cuán a menudo y con cuánta regularidad recibe usted respuestas a la oración? Muchos cristianos no tienen idea de lo que es hablar con Dios sobre una necesidad real y luego recibir una contestación específica, válida y perfectamente reconocible.

Yo le puedo citar promesas bíblicas sobre la oración, le puedo contar algunas de mis experiencias y las experiencias de mis amigos, pero no puedo orar en lugar de usted. Usted puede leer todos los manuales sobre la oración y puede escuchar orar a otros, pero a menos que usted mismo comience a orar, nunca podrá comprender cabalmente la oración. En cierta manera es lo que sucede para nadar o andar en bicicleta: uno aprende al hacerlo.

Martín Lutero dijo: "De la misma manera que la tarea del sastre es hacer ropa, y la del zapatero remendar zapatos, la tarea del cristiano es la oración." El secreto de la vida de victoria que vivió Lutero radicaba en su compromiso de pasar tiempo a solas con Dios todos los días.

Si consideramos las vidas de los más sobresalientes y victoriosos siervos de Dios-ya sea en la Biblia o a través de la historia-hallaremos que eran hombres y mujeres de oración. Por lo tanto, vivamos en dependencia de la oración. La oración es poder.

Lo animo a hacerse de un tiempo cada día para hablar con Dios. No le dé sólo treinta segundos mientras se prepara para salir de la casa por la mañana: "Señor, bendice este día, sobre todo porque es lunes..." ¿Qué clase de oración es ésa?

Es de vital importancia que diariamente apartemos un tiempo específico para oración personal. Procure ser fiel y ordenado, pero no legalista. En ocasiones tal vez tenga que orar en otro momento del día. No hay nada de malo en ello. Pero dentro de lo posible trate de tener hábitos consistentes.

Por experiencia propia puedo decirle que las horas tempranas en la mañana son las mejores para orar. Esta también ha sido la experiencia de grandes hombre de Dios como Martín Lutero, Juan Wesley, el misionero a la China Hudson Taylor, mi querido amigo Billy Graham, y hasta el mismísimo Señor Jesús durante su vida en la tierra. Una vez leí que el evangelista Moody compartía esa idea cuando declaró: "Debemos ver el rostro de Dios cada mañana antes de ver el rostro de los hombres. Si tienes tantas cosas que hacer que no te queda tiempo para orar, créeme, tienes más cosas de las que Dios desea que tengas." Hágase de tiempo para comenzar cada día a solas con Dios en oración.

Por otra parte, la oración es algo que debemos practicar a lo largo de todo el día. La Biblia ordena: "Oren sin cesar" (1 Tesalonicenses 5:17 BD). En cualquier momento y cualquiera sea la situación, tenemos libertad para hablar con nuestro Padre. Un querido pastor amigo mío solía decir que cada cristiano puede disfrutar de una "constante y consciente comunión con Dios." Y es a través de la oración que disfrutamos de esa comunión con el Dios vivo que mora en nosotros.

Si Jesús oraba, ¿acaso no debemos hacer lo mismo? Es sorprendente ver cuánto tiempo pasaba Jesús en oración. El nunca estaba demasiado ocupado para orar. Cuando aumentaban sus obligaciones y tenía que enfrentarse a grandes decisiones, se iba solo a orar. ¿Lo hace usted?

El Amor Divino


Por Guillermo Maldonado

El fruto del Espíritu: ¿Cuáles son las características del amor divino?

El amor de Dios es incondicional, puro, sobrenatural, diferente a cualquier tipo de amor humano. Veamos aquí algunas de sus características:

“4El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; 5no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; 6no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. 7Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 8El amor nunca deja de ser…” 1 Corintios 13.4-8

1. El amor es sufrido. Sufrido viene del griego "makrodsumeo", que significa ejercitar paciencia y comprensión con las personas difíciles y débiles (Romanos 15.1).

2. El amor es benigno. Benigno viene del griego “crestos” y significa placentero, bueno, dócil, dispuesto a la obediencia, tierno, amigable, simpático (Lucas 6.5). Si andamos en amor, seremos amables no altaneros.

3. El amor no tiene envidia. Envidia es el vocablo griego "fthonos", que es un sentimiento de disgusto producido al oír o al ser testigo de la prosperidad de otro (Romanos 9.16). Quien anda en amor, cuando ve u oye de la prosperidad de otros, se goza, se alegra; y al ver su actitud de amor, Dios le da más.

4. El amor no es jactancioso. Del griego “megalauqueo", que significa levantar el cuello por grandes cosas, es decir, altanería. Quien tiene amor verdadero no se mira a sí mismo por encima de los demás.

5. El amor no se envanece. Envanece, del griego, es “fusioo”, que metafóricamente es hincharse de orgullo; y "tufoo”: envolver en humo. La persona que anda en amor divino, no se hincha de orgullo, no se deja envolver en el humo de la vanidad, sino que permanece humilde y ve las cosas con claridad.

6. El amor no hace nada indebido. La persona que vive en amor, no actúa injustamente; es íntegra en sus pensamientos y en sus actos. Tiene pureza en su corazón y sus intenciones están basadas en el amor que impulsa su vida.

7. El amor no busca lo suyo. La persona que anda en amor, no insiste en sus derechos ni demanda pertenencia alguna; sino que, por el contrario, es generosa y se despoja a sí misma para que otros puedan ser bendecidos (Filipenses 2.21).

8. El amor no se irrita. La persona que tiene amor no es provocada fácilmente, no explota en ira, enojo o violencia.

9. El amor no guarda rencor. La persona que tiene amor, no lleva la cuenta de los males que ha sufrido, sino que olvida la ofensa y no guarda rencor en su corazón (Levítico 19.18).

10. El amor no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Quien anda en amor se indigna ante la injusticia. Pelea y lucha para que la bendición sea igual para todos. Se goza de la verdad, porque la verdad es justicia (Gálatas 4.16).

11. El amor todo lo sufre. Esta expresión significa que guarda silencio cuando ve las faltas de los hermanos, no las publica sino que ora por ellos. El que ama es, incluso, capaz de cargar con la responsabilidad de su hermano para cubrirlo (1Pedro 4.8).

12. El amor todo lo soporta. Soportar es en griego "jupofero", que significa permanecer abajo. Una persona que vive en amor, no se da por vencida aunque esté bajo intensas presiones, crisis o circunstancias adversas. La fuerza del amor le da la energía para soportar, con valentía, cualquier situación que se le presente.

13. El amor todo lo cree. Esta expresión significa estar listo para creer lo mejor de cada persona. Solamente la gente que cree en nosotros, que mira lo bueno y cree hasta el final, es la que realmente nos ama. La expresión "todo lo cree", se refiere a no ver el mal en el hermano o en otros, a menos que ya sea evidente.

14. El amor todo lo espera. Quien vive en el verdadero amor, no se desanima con la actitud de la gente, sino que cree en el futuro. Rechaza tomar como cerrado un caso, tiene esperanza y pone su fe en el cambio de la persona o la circunstancia.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Himno de Amor - Mariana Sa

¿Qué dice la Biblia acerca del racismo, prejuicio y discriminación?

El primer punto a entender en este asunto es que solo hay una raza – la raza humana. Los caucásicos, africanos, asiáticos, indios, árabes, judíos etc., no son razas diferentes. Más bien son diferencias étnicas de la raza humana. Todos los seres humanos tienen las mismas características físicas (con variaciones menores por supuesto). Pero lo más importante, es que todos los seres humanos fueron creados a la imagen y semejanza de Dios (Génesis 1:26-27). Dios ama al mundo entero (Juan 3:16). Jesús dio Su vida por todos en el mundo entero (1Juan 2:2). El “mundo entero” obviamente incluye todas las etnias de la humanidad.

Dios no muestra un favoritismo parcial (Deuteronomio 10:17; Hechos 10:34; Romanos 2:11; Efesios 6:9), tampoco debemos hacerlo nosotros. Santiago 2:4 dice que cualquiera que muestra discriminación es como un “juez con malos pensamientos” En cambio, debemos “amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos” (Santiago 2:8). En el Antiguo Testamento, Dios dividió a la humanidad en dos grupos “raciales”; los judíos y los gentiles. La intención de Dios fue de que los judíos fueran un reino de sacerdotes, ministrando a las naciones gentiles. En vez de eso, la más de las veces, los judíos se volvieron orgullosos de su posición y despreciaban a los gentiles. Jesucristo puso fin a esto, destruyendo el muro divisorio de hostilidad (Efesios 2:14). Todas las formas de racismo, prejuicio y discriminación son afrentas a la obra de Cristo en la cruz.

Jesús ordena que nos amemos unos a otros como Él nos ha amado (Juan 13:34). Si Dios es imparcial, y nos ama imparcialmente, significa que necesitamos amar a los demás de la misma manera. Jesús nos enseña al final de Mateo 25 que todo lo que hagamos por el más pequeños de Sus hermanos, lo hacemos por ÉL. Si tratamos a las personas con desprecio, estamos maltratando a una persona creada a la imagen de Dios; estamos lastimando a alguien a quien Dios ama y por quien Jesús murió.

El racismo, en sus varias formas y diversos grados, ha sido una plaga en la humanidad por miles de años. Hermanos y hermanas de todas las etnias, ¡esto no debe ser así! Quienes han sido víctimas del racismo, prejuicio y discriminación – necesitan perdonar. Efesios 4:32 dice, “Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.” No, los racistas no merecen su perdón, ¡no más de lo que nosotros merecemos el perdón de Dios! “... presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia.” (Romanos 6:13). Hagamos que Gálatas 3:28 sea una completa realidad, “Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.”

martes, 25 de noviembre de 2008

Desde mi cruz a tu soledad

En este día el devocional está a cargo de mi mejor amigo, Jesús, y Él te dice lo siguiente:

Te escribo desde mi cruz a tu soledad, que tantas veces me miraste sin verme y me oíste sin escucharme.

A ti, que tantas veces prometiste seguirme de cerca y sin saber por qué te distanciaste de las huellas que dejé en el mundo para que no te perdieras.

A ti, que no siempre crees que estoy contigo, que me buscas sin hallarme y a veces pierdes la fe en encontrarme, y que a veces piensas que soy un recuerdo y no comprendes que estoy vivo.

Yo soy el principio y el fin, soy el camino para no desviarte, la verdad para que no te equivoques y la vida para no morir.

Mi tema preferido es el amor, que fue mi razón para vivir y para morir.

Yo fui libre hasta el fin, tuve un ideal claro y lo defendí con mi sangre para salvarte.

Fui maestro y servidor, soy sensible a la amistad y hace tiempo que espero que me regales la tuya.
Nadie como yo conoce tu alma, tus pensamientos, tu proceder, y sé muy bien lo que vales.

Sé que quizás tu vida te parezca pobre a los ojos del mundo, pero Yo sé que tienes mucho para dar, y estoy seguro que dentro de tu corazón hay un tesoro escondido; conócete a ti mismo y me harás un lugar a mi.

Si supieras cuánto hace que golpeo las puertas de tu corazón y no recibo respuesta!

A veces también me duele que me ignores y me condenes como Pilato, otras que me niegues como Pedro y que otras tantas me traiciones como Judas.

Y hoy, te pido paciencia para tus padres, amor para tu pareja, responsabilidad para con tus hijos, tolerancia para los ancianos, comprensión para todos tus hermanos, compasión para el que sufre, servicio para todos.

Quisiera no volver a verte egoísta, orgulloso, rebelde, disconforme, pesimista. Desearía que tu vida fuera alegre, siempre joven y cristiana.
Cada vez que aflojes, búscame y me encontrarás; cada vez que te sientas cansado, háblame, cuéntame.

Cada vez que creas que no sirves para nada no te deprimas, no te creas poca cosa, no olvides que yo necesité de un asno para entrar en Jerusalén y necesito de tu pequeñez para entrar en el alma de tu prójimo.

Cada vez que te sientas solo en el camino, no olvides que estoy contigo.

No te canses de pedirme que yo no me cansaré de darte, no te canses de seguirme que yo no me cansaré de acompañarte, nunca te dejaré solo.

Aquí a tu lado me tienes, estoy para ayudarte.

Te quiero mucho, tu amigo:

Jesús

sábado, 22 de noviembre de 2008

Hoy… Me prepararé para ser Manifestado en Gloria


“ Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros seréis manifestados con él en gloria”

Col 3:4,.

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Hoy, levanto mi mirada a la eternidad y podré mirar aun más allá de las nubes la gloriosa manifestación del Hijo de Dios. Gloriosa manifestación que se desplegó el día de la ascensión, siendo recibido en gloria luego de su conquista en el calvario. Rey de reyes y Señor de señores, sentado a la diestra del Padre con Poder y majestad.

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Hoy levanto mi mirada y contemplo su hermosura y digo maravilloso, que maravilloso es el Salvador y mi Señor. Manifestado en Gloria. Pero, la Biblia me da promesa de esperanza de que un día será manifestado en su gloria visiblemente en las nubes y juntamente con él seré manifestado en gloria.

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Si bien es cierto que seremos manifestados en gloria con él, nunca debo olvidar que necesito prepararme para ello. La vida no puede ser tomado como episodios aislados de mi diario vivir. Necesito prepararme para los próximos episodios.

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La vida es como un drama donde los actores necesitan prepararse y vestirse ante de entrar en escena. Muchos son los que entran en las escenas de la vida sin prepararse y sus papeles son mediocres y los dramas de sus vidas sin aliento, sin gusto y sin color. El drama más grande en el cual actuaré será el día en el cual el Señor sea manifestado en gloria y juntamente con él, nosotros seremos manifestados. Hoy, tomo este día como la oportunidad preciosa de prepararme para esa manifestación.

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Como me prepararé?- Me preparare buscando la dependencia en aquel que vive para siempre. Me prepararé viviendo en sus promesas y obedeciendo sus demandas. Me prepararé siendo un instrumento útil en sus manos y trasmitiendo su gloria como un canal puro y limpio que vive por él y para él.

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Padre celestial: Gracias por tu generosidad y gracia derramada sobre nosotros en la persona de tu amado hijo Jesucristo. En él tenemos la provisión para este tiempo y para la eternidad. El murió para que nosotros podamos ser perdonados y el vive para que nosotros vivamos. El regresará y será manifestado en gloria como tu ya lo has determinado Padre. .y en tu gracia y misericordia nosotros también seremos manifestados juntamente con él en gloria. Ayúdame a vivir hoy de tal manera que pueda

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prepararme para la próxima y gloriosa escena que se realizará en las nubes, cuando los cielos se abran y los ojos de los santos veamos la más grande manifestación de gloria. Mientras Jesús regresa viviremos para ti y te adoraremos realmente de corazón. Amen.

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Dr. Serafín Contreras Galeano.

jueves, 20 de noviembre de 2008

Los muros caen - Marcos Barrientos

¿Qué dice la Biblia acerca de los ángeles?

Los ángeles son seres espirituales, que tienen aspectos de inteligencia, emociones y voluntad. Esto es verdad en ambas clases de ángeles buenos y malos. Los ángeles poseen inteligencia (Mateo 8:29; 2 Corintios 11:3; 1 Pedro 1:12), muestran emociones (Lucas 2:13; Santiago 2:19; Apocalipsis 12:7), demuestran que tienen voluntad (Lucas 8:28-31; 2 Timoteo 2:26; Judas 6). Los ángeles son seres espirituales (Hebreos 1:14), sin un cuerpo físico real. El hecho de que no tienen cuerpos, no afecta el que tengan personalidades (no diferente a lo que es en Dios).

El conocimiento que poseen los ángeles está limitado al hecho de ser seres creados. Esto significa que no son omniscientes como Dios (Mateo 24:36), aunque ellos sí parecen tener mayor conocimiento que los humanos. Esto puede deberse a tres causas (1) Los ángeles fueron creados como un orden superior de criaturas en el universo, a lo que son los humanos. Por eso, es innato en ellos el poseer un mayor conocimiento. (2) Los ángeles estudian la Biblia y el mundo más exhaustivamente que los humanos y obtienen conocimiento de ello. (Santiago 2:19; Apocalipsis 12:12). (3) Los ángeles obtienen conocimiento a través de una larga observación de las actividades humanas. A diferencia de los humanos, los ángeles no tienen que estudiar el pasado; ellos ya lo han experimentado. Por eso saben cómo han actuado y reaccionado otros en situaciones, y pueden predecir con un alto grado de acertividad como podemos actuar en circunstancias similares.

Aunque tienen voluntad, los ángeles están, como todas las criaturas, sujetos a la voluntad de Dios. Los ángeles buenos son enviados por Dios para ayudar a los creyentes (Hebreos 1:14). He aquí algunas de las actividades que la Biblia acredita a los ángeles:

A. Alaban a Dios (Salmo 148:1,2; Isaías 6:3)
B. Adoran a Dios (Hebreos 1:6; Apocalipsis 5:8-13)
C. Se regocijan en lo que Dios hace (Job 38:6-7)
D. Sirven a Dios (Salmo 103:20; Apocalipsis 22:9)
E. Se presentan delante de Dios (Job 1:6; 2:1)
F. Son instrumentos de los juicios de Dios (Apocalipsis 7:1; 8:2)
G. Traen respuestas a la oración (Hechos 12:5-10)
H. Ayudan a ganar a la gente para Cristo (Hechos 8:26; 10:3)
I. Observan el orden, trabajo y sufrimiento de los cristianos (1 Corintios 4:9; 11:10; Efesios 3:10; 1 Pedro 1:12).
J. Animan en momentos de peligro (Hechos 27:23,24)
K. Cuidan de los justos al momento de su muerte (Lucas 16:22)

Los ángeles son de un orden enteramente diferente al de los seres humanos. Los seres humanos no se convierten en ángeles después de morir. Los ángeles nunca se convertirán, y nunca fueron seres humanos. Dios creó a los ángeles, tanto como a los humanos. En ninguna parte de la Biblia dice que los ángeles son creados a la imagen y semejanza de Dios, como lo son los humanos (Génesis 1:26). Los ángeles son seres espirituales que pueden, hasta cierto grado, tomar forma física. Los humanos son primariamente seres físicos, pero con un aspecto espiritual. La cosa más grande que podemos aprender de los ángeles, es su instantánea e incuestionable obediencia a los mandatos de Dios.

En tu presencia hay plenitud de gozo

Salmos 16:11

Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre.

Para tener una vida cristiana victoriosa y llena de poder, necesitamos renovarnos en la presencia de Dios continuamente. Si queremos tener victoria sobre ataduras de pecado necesitamos su presencia, si queremos tener sabiduría y revelación de la palabra de Dios necesitamos su presencia. Hay personas que estudian religión, saben de filosofías, conocen el cristianismo, la historia, el antiguo y nuevo testamento y saben de teología, tratan de conocer a Dios de alguna manera, pero para conocer a Dios necesitamos su presencia que nos da la luz verdadera para verlo a el claramente. Podemos creer en un Dios que existe, pero no lo conocemos, tal vez sea el caso de muchos cristianos también, aceptaron a Jesús en su corazón, pero se quedaron solo con que Jesús es el que perdona los pecados y nos salva cuando tenemos problemas. Pero esta no es la vida que la Biblia nos habla, que los apóstoles vivieron, podemos tener una vida llena de gozo y de poder, de paz y de abundancia y esta vida solo se logra estando llenos del Espíritu Santo continuamente.

Yo he experimentado toques o llenuras de Dios en mi corazón que me han dado algo tan precioso que no se como describirlo, pero voy a intentarlo, hubo momentos en adoración, en oración o meditación de la palabra que han causado en mi una alegría tan inmensa y tan profunda que lo entiendo como la misma vida de Dios derramada en mi interior, nuestra alma se llena de esa gloria que es su esencia misma, su amor, su presencia en mi corazón. También he notado que muchos la han experimentado en algún momento, pero a veces por sus hechos pareciera que no lo supieron valorar. Pero también he notado que cuando descuido la búsqueda y la comunicación personal con el Señor, que me gusta llamarlo la amistad o el compañerismo con el Espíritu Santo, parece que se me va apagando y ya no siento el mismo gozo o alegría, me desanimo o me angustio por las cosas, mis pensamientos son mas carnales y débiles a la tentación.

Efesios 4:30
Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.

1 Tes. 5:19
No apaguen el Espíritu.

Pero en el instante que vuelvo la mirada de mi corazón a Él, todo de a poco vuelve a empezar, los ríos de agua de vida vienen, el gozo revive y ahí esta el Señor siempre dispuestos a llenarnos una y otra vez. Me encantan los versículos que hablan del tema como por ejemplo:

Juan 7:37-38

“En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.
El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.
Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.”.

Creo que en el momento que descubrí esto me di cuenta que era lo que las personas necesitaban, buscan acá y allá, pero solo en Jesús recibimos la vida. Jesús dijo: “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba”; que gracia tan grande, el Señor invita a cualquiera que sienta esa necesidad interior de ser llenos de la verdadera vida que proviene de Dios a que beba puesto que él mismo es la vida. Por eso cuando nos metemos en las cosas de Dios y experimentamos esa llenura queremos más, tenemos hambre y sed de Dios.

Podemos compararlo al hambre natural, nuestro estomago esta vacío y pide, el cuerpo necesita, y si comemos las cosas que mas nos gustan en el momento de hambre nos sentimos plenos y satisfechos o cuando tenemos mucha sed y agarramos alguna bebida y al tomarla nos da esa sensación de bienestar. Igual es con nuestra alma y espíritu, ella necesita ser saciada de la presencia de Dios, solo puede ser satisfecha con la palabra y el Espíritu de Dios. Para que tengamos esa vida de plenitud necesitamos estar llenos, liberarnos de cadenas de pecado y de ligaduras de Satanás, si nos descuidamos caeremos en toda clase de males, pero si estamos siguiendo a Jesús iremos de poder en poder.

Lo que quiero compartir es que necesitamos renovar esa llama en nuestro interior, la Biblia utiliza muchas figuras para enseñarnos como se mueve el Señor con su pueblo.

Como vimos el agua de vida que sacia la sed y reconforta nuestra alma, pero también esta el fuego.

Efesios 3:16 dice: “Fortalecidos con poder en el hombre interior por Su Espíritu”

en 2 Corintios 4:16 Pablo dijo: “Aunque nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día”.

4 Pero así dice Jehová a la casa de Israel: Buscadme, y viviréis;

Ante todo necesitamos renovar nuestro hambre espiritual nunca tenemos que ser fríos, tenemos que estar buscando tenemos que tener presente que lo mejor esta en Dios, las mayores delicias de la vida están en la presencia de Dios, por mas que alguien tenga todo lo que “aparentemente hay que tener para estar pleno” realmente solo en la presencia de Dios hay verdadera libertad. En Suiza hay un alto porcentaje de suicidios porque la gente tiene “todo” pero en verdad les falta lo esencial que es cristo en el corazón.

Al buscar a Dios se libera nuestro hombre interior, se libera la vida de Jesús, el poder del Espíritu Santo y recibimos la vida abundante.

Dios nos llama a ser buscadores de su presencia.

Isaías 10:27
27 Acontecerá en aquel tiempo que su carga será quitada de tu hombro, y su yugo de tu cerviz, y el yugo se pudrirá a causa de la unción.

2 Corintios 3:17
Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.

2 Corintios 7
1 Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.

Que cosas impiden la verdadera unción en nuestras vidas.

Proverbios 6:16
Seis cosas aborrece Jehová, Y aun siete abomina su alma:

· Que amemos al mundo las cosas mundanas mas que a Dios, que tengamos ídolos.
· Que haya pecado en nuestro corazón, que evitemos renunciar a ciertos pecados.
· Las mentiras en nuestra boca apagan la presencia de Dios,
· La critica, los celos, el chusmerio, Juzgar a otros hermanos, el orgullo, la arrogancia. La autosuficiencia.

Tenemos que preocuparnos por la mejor parte y más importante de nuestras vidas que es estar con Jesús tener comunión con el E.S. Si eso esta mal, tal vez muchas cosas vallan mal

La unción pudre el yugo de tristeza, de angustia, de dolor, de heridas, la unción es como un viento que empuja nuestra vida a cumplir la perfecta y agradable voluntad de Dios.

Tenemos que darle lugar al Señor continuamente en nuestros corazones, buscarlo sinceramente.

¿Cómo se manifiesta la unción?

Cuando queremos agradar a Dios y dejar de hacer nuestra voluntad, cuando deseamos ponernos e acuerdo con Él. Cuando nuestra actitud es como la de un niño que todo lo cree, que es genuino, sincero, Dios mira el corazón.
Cuando exponemos a Dios todos nuestros temores e inquietudes, cuando buscamos una intimidad con el, una amistad todos los dais.

Tenemos que cuidarnos de ofender al Espíritu Santo que esta en nosotros, si el nos llama a orar a adorarlo es porque quiere estar con nosotros.

Toda lucha, toda perturbación, toda sensación de vació desaparecen cuando andamos en el Espíritu. Y no en los deseos de la carne.

Andar en el espíritu trae: vida, paz, fortaleza, amor, perdón, sabiduría, armonía, es como una fuente de gozo que se manifiesta hacia fuera, es como un gran tesoro que tenemos y desde allí fluye todo lo que necesitamos para vivir la verdadera vida cristiana, la depresión se quiebra, el enojo se controla, la ansiedad baja, los nervios desaparecen.

1 Juan 2:27
Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él.

1 Juan 2:20
Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas.

Esteban Correa

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Hoy… Percibiré la Fragancia de Su Presencia


“ Sus mejillas como eras de especias aromáticas, como fragantes flores, sus labios como lirios que destilan mirra fragante” Cantares 5:13

Es el mes de las flores lo que encontramos en esta capítulo de Cantares, las lluvias de abril han hecho su trabajo y la tierra toda esta llena de belleza y color. Mi alma se puso su vestido de fiesta y las guirnaldas celestiales se han reunido y el perfume de las flores ya se huele y el ambiente está preparado para disfrutar de la presencia del amado.

Si el amado de Cantares es la figura que ilustra el amado de los siglos, aquel a quien mi alma ama y aquel que me ha amado. El ambiente de hoy se ha preparado para disfrutar de esa gloriosa presencia. El aroma de las especies y las flores anuncia la llegada hermosa del Rey de Reyes a mi vida hoy. Quiero permanecer en ese aroma y disfrutar de su olor, que es olor de vida y de eternidad.

“Sus mejillas son como eras de especies” dice el Libro de Cantares. Sí esas mejillas una vez aplastadas, escupidas y heridas, hoy es una mejilla llena del suave olor del perdón. Tú no ocultas tu cara de mi, más me muestras tus mejillas y cuando las veo se que fue mi pecado el que arrojó rasgaduras sobre tus mejillas, pero hoy ante tu presencia el suave aroma del perdón salen desde tus mejillas.

Hoy al oler el aroma de tu perdón mi corazón se eleva ante ti en agradecimiento. Esas mejillas fueron surcadas por el arado de la congoja y rayadas por líneas rojas de sangre que corrían desde tu corona de espinas, hoy esas marcas despiden el suave aroma de la comprensión. Si no puedo ver la totalidad de tu cara, por lo menos tus mejillas me dan un vislumbre pequeño que refresca mi herido corazón, refrescando mi sentido espiritual y rindiendo variedad de delicias.

Sí el Señor está conmigo, la rosa y la azucena de mi corazón expiden su aroma de adoración. Cuando èl está conmigo en Mayo y mi alma sale por los campos llenos en flor en busca de más y más de su amor. Si él esta conmigo s una esplendorosa mañana llena de rocío de gracia y el trinar de los pájaros son cantos llenos de promesas. Si él esta conmigo sé que soy un pobre e inservible pecador que él me ha dejado besar sus mejillas.

Señor gracias por permitirme ser parte de tu pueblo. Cuando era un pecador sin esperanza llegaste en mi búsqueda y me hallaste. Hoy, puedo disfrutar de tu presencia y percibir el suave aroma de las especies aromáticas y las flores de tu presencia. déjame, hoy estar a tus pies.

Dr. Serafìn Contreras Galeano

martes, 18 de noviembre de 2008

¿Qué significa orar sin cesar?

El mandato de Pablo en 1 Tesalonicenses 5:17 de, “Orad sin cesar,” puede resultar muy confuso. Obviamente, no puede significar que debemos estar en una postura de cabeza inclinada y ojos cerrados durante todo el día. Pablo no se refiere a no dejar de hablar, sino a una actitud de conciencia de Dios, y rendición a Dios que llevemos con nosotros todo el tiempo. Cada momento despiertos, es para vivirse en la conciencia de que Dios está con nosotros y de que Él está activamente involucrado y comprometido con nuestros pensamientos y acciones.

Cuando nuestros pensamientos se vuelven hacia la preocupación, el temor, el desánimo y el enojo, debemos consciente y prontamente convertir cada pensamiento en oración y cada oración en acción de gracias. En su carta a los filipenses, Pablo nos ordena dejar de estar ansiosos y en su lugar, “sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias” (4:6). Él enseñó a todos los creyentes en Colosas a “Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias.” (Colosenses 4:2). Pablo exhortó a los creyentes efesios a ver la oración como un arma para usarse en la lucha de batallas espirituales (Efesios 6:18). El famoso predicador del siglo XIX Charles Spurgeon, describía la vida cristiana de oración, diciendo que es “Como los caballeros de antaño, siempre en guerra, que no siempre cabalgaban veloces sobre sus corceles, con sus lanzas en riestre para derribar al adversario; pero siempre con sus armas listas, para usarlas con prontitud,… Esos formidables guerreros, con frecuencia dormían con su armadura puesta; de igual manera, cuando durmamos, hemos de mantener el espíritu de oración, para que si despertásemos por la noche, podamos todavía estar con Dios.”

A lo largo del día, la oración debe ser nuestra primera respuesta ante cada situación inquietante, ante cada pensamiento de ansiedad, ante cada tarea indeseable que Dios nos mande. John MacArthur advierte que la falta de oración ocasionará que dejemos de depender de la gracia de Dios y en su lugar dependamos de nosotros mismos. La oración continua es, en esencia, dependencia del Padre y comunión con Él.

Para los cristianos, la oración es como el respirar. No tienes que pensar en respirar, porque la atmósfera ejerce presión en tus pulmones y te fuerza a respirar. Es por ello que es más difícil sostener tu respiración que respirar. Similarmente, cuando nacemos en la familia de Dios, entramos a una atmósfera espiritual donde la presencia y la gracia de Dios ejerce presión o influencia en nuestras vidas. La oración es la respuesta normal a esa presión. Como creyentes, todos hemos entrado en la atmósfera divina para respirar el aire de la oración. Solo entonces podemos sobrevivir a la oscuridad del mundo.

Desafortunadamente, muchos creyentes sostienen su respiración espiritual por largos períodos, pensando que unos breves momentos con Dios son suficientes para permitirles sobrevivir. Pero tal restricción de su consumo espiritual es causada por deseos pecaminosos. De hecho, cada creyente debe estar continuamente en la presencia de Dios, constantemente respirando Sus verdades, para funcionar plenamente.

Por ser la nuestra una sociedad libre y próspera, es más fácil para los cristianos sentirse seguros por suponer –en vez de depender de— la gracia de Dios. Muchos creyentes se muestran satisfechos con las bendiciones físicas y tienen pocos deseos de bendiciones espirituales. Habiéndose vuelto tan dependientes de sus recursos físicos; ellos sienten poca necesidad de recursos espirituales. Cuando los programas, métodos o dinero, producen resultados impresionantes, existe una inclinación a confundir los éxitos humanos con bendiciones divinas. De hecho los cristianos pueden comportarse como prácticos humanistas, viviendo como si Dios no fuera necesario. Cuando eso sucede, desaparece la añoranza apasionada por Dios y el anhelo por Su ayuda, así como Su fortalecimiento. Por este común y gran peligro, Pablo urge a los creyentes a “Orar sin cesar” (Efesios 6:28) y a “perseverar en la oración,” (Colosenses 4:2). La oración continua, persistente, incesante, es una parte esencial de la vida cristiana y surge de la dependencia de Dios.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Paz perfecta


Por Dr. Juan C. Ortiz

La paz con nuestra conciencia, es la base de nuestra felicidad y el secreto para la salud física, emocional y espiritual.

Jesús decía siempre al llegar: "Paz a vosotros". Cuando envió a los discípulos casa por casa les instruyó que al llegar bendijeran la casa diciendo "la paz sea sobre esta casa". Antes de irse a la gloria dijo: "Mi paz os dejo, mi paz os doy, no como la da el mundo".

  1. EN EL MUNDO NO HAY PAZ
  1. "Los impíos son como el mar agitado, que no puede estar quieto, y sus aguas arrojan cieno y lodo. No hay paz para los impíos, dice Dios" Isaías 57:21. Mire las noticias y vea como está el mundo: asaltos, tiroteos, guerras, odios. Mire las películas, la televisión con movimientos rápidos de los videoclips, luces que se mueven prenden y apagan, las letras de las canciones, todo para excitar las pasiones violentas. Aún el sexo, expresión máxima del amor y ternura romántica se ha hecho violento. Los jóvenes que andan con cadenas, tatúes, cada vez más perforaciones en su cuerpo, Todo es violencia.
  2. Las relaciones familiares se han vuelto violentas, entre alumnos y maestros, entre políticos. Y qué diremos de nuestra amada América Latina done ya no se puede caminar por las calles sin que lo asalten. Las puertas y ventanas son ahora de hierro porque los que roban y matan se han multiplicado, secuestran niños para vender sus órganos o para pedir rescate. Sí, los impíos son como el mar agitado. No hay paz para los impíos. Y la intranquilidad del mundo está afectando a la Iglesia.
  3. ¿Dónde comienza esta intranquilidad, ansiedad, temor, celo, envidia, resentimiento, odios y rencores? ¡Dentro de cada persona! Mateo 15:19. Es imposible tener una sociedad sana con individuos enfermos. Ni una comunidad feliz con individuos infelices. No hay iglesia alegre con familias tristes. La esperanza del mundo es la Iglesia, porque se ocupa de los valores internos del individuo y de una conversión personal. Las células donde cada persona es valorada y se enfatiza la responsabilidad familiar y social. La Iglesia enseña la moral y las buenas costumbres.
  4. Jesús: "Vosotros sois la luz del mundo y sal de la tierra, si la sal se desvaneciere, no sirve para nada, sino para ser pisoteada por los hombres" Mateo 5:13. No podemos ser neutral. O salamos o nos salan, influenciamos al mundo o el mundo nos pisotea. Fríos o calientes Apocalipsis 3:16, recogemos o desparramamos Mateo 12:30, en favor o en contra Lucas 11:23, adelantamos o retrocedemos, empujamos o nos empujan, le arrebatamos almas al diablo o él nos arrebata las almas a nosotros. No se puede ser neutral. El mundo es agresivo. Agrede por televisión, propagandas, revistas, videos, diarios, las noticias, escuelas, libros, artistas, política, etc. Una Iglesia que no es agresiva, el mundo se la devora. Pero todo empieza dentro de cada uno de nosotros, en los individuos.
  1. LA GUERRA INTERIOR
  1. La conciencia es el espíritu humano, el termostato de nuestra vida y es invisible como su Creador. No aparece en una radiografía, rayo X, ultrasonido o MRI, como el aire, como Dios. Es un jurado interior que aprueba y desaprueba nuestros pensamientos y acciones. Si está bien ilustrada es la regla del deber. Pero muchas conciencias no funcionan bien porque las hemos violado y se han arruinado. No hay taller mecánico que las arregle, solo Dios mismo, su Creador. Cuando robamos, mentimos, desobedecemos a Dios en el sexo, alcohol, droga, mentiras en los negocios, mal comportamiento en el hogar, todo lo malo y lo seguimos haciendo, es señal que la conciencia no funciona, se ha cauterizado 1 Timoteo 4:2. Si esta es tu condición, debes venir a Dios hoy mismo para que te haga nacer de nuevo. La cárcel no es la solución, salen de ella transformados solo los que encuentran a Dios allí, los que no, salen como entraron. Ven aquí al frente y pide oración para que aquí, en este lugar santo y en este día santo, Dios te haga nacer de nuevo con una conciencia o corazón nuevo.
  2. Jesús prometió que el Espíritu Santo guiaría nuestra vida desde nuestra conciencia Romanos 9:1. Esta guía es a través de un continuo diálogo con la conciencia que es como conversar con uno mismo y con Dios. Mi conciencia es mi verdadero yo y cuando invito al Espíritu Santo, mi conciencia se hace uno con Él. Ese continuo diálogo con el Espíritu de Dios que está en mi conciencia es orar sin cesar. Una conciencia vacía es un taller de Satanás, pero una conciencia llena del Espíritu de Dios permite a Este guiarme usando los medios naturales de comunicación de la conciencia. Cuando esos medios de comunicación están taponados de mensajes desobedecidos, lo único que los destapa es la confesión y el perdón que Cristo logró derramando su sangre en la cruz Hebreos 9:14; 10:2, 22.
  3. Tenemos paz cuando nuestra relación con la conciencia es fluida y amigable. La conciencia es el "verdadero yo". La mente carnal es el "otro yo". En una persona normal, hay una conversación continua entre "el verdadero yo" y el "otro yo". Dios siembre tratando de convencernos a seguir el bien y nosotros argumentándole para desobedecer. Cuando el verdadero yo y mi yo carnal se ponen de acuerdo en obedecer a Dios, tenemos paz. Repito, ese diálogo es una continua oración. Hay muchas personas que no dialogan con su conciencia, están peleados con ella, ¡que es estar peleados consigo mismos! El verdadero yo nos hace notar lo que decimos o hacemos mal y le desobedecemos, vivimos enemistados con nosotros mismos. Esto es muy dañino para la salud emocional y espiritual y aún física.
  4. Una persona con conflictos interiores tiene problemas con todo el mundo y con la vida. Es quejosa, ve todo mal, los defectos, culpan a otros de su desdicha. No se da cuenta que el problema está dentro de su propio ser, tiene guerra interior. Por eso si echa a la suegra de la casa, se pelea con la esposa, si ella se va, se pelea con sus hijos, si ellos se van se pelea con su patrón o empleados, y terminará sola y amargada, porque en realidad está peleando consigo misma, su problema está en su interior. El secreto de tu felicidad no lo tienen tus padres, ni tu cónyuge, ni ningún otro, lo tienes tú mismo. Tenemos ponernos en paz con nosotros mismos. Tenemos que ser amigos de nuestra conciencia. La conciencia con Dios allí y nosotros debemos andar en armonía. Paz interior es estar en paz consigo mismo que es estar en paz con Dios.
  1. RECETA HUMANAS PARA LA PAZ INTERIOR
  1. Uno puede ir al psicólogo o psiquiatra por razones muy genuinas y los psicólogos pueden ayudar a mentes turbadas o a sentimientos heridos. Pero hay un sin número de dificultades emocionales cuyas causas no son ninguna enfermedad, sino el pecado, la desobediencia a Dios. Los que van al psicólogo para escapar la culpa por su mal comportamiento, solo encontrarán un alivio pasajero, nunca una cura. El pecado es un asunto que va mas allá de las emociones, es un asunto espiritual, es un problema consigo mismo y con Dios, el creador de la conciencia.
  2. El secreto de la psicología es precisamente lograr que la gente tenga paz. Es importantísimo que el psicólogo sea Cristiano, de otra manera utilizará métodos que funcionan por corto tiempo y no curan. Hay psicólogos que sin ser Cristianos, cuando se dan cuenta que la persona tiene un problema espiritual, los envían a una Iglesia y a un Pastor. Pero otros tratarán de darnos paz aprobando lo que está mal para que no nos sintamos culpables y tengamos cierta paz. Hay psicólogos que aconsejan sexo a los solteros, otros son muy prontos a aconsejar el divorcio, el aborto, y otros escapes superficiales a los problemas. El único que va a la raíz verdadera del problema espiritual es el Espíritu Santo en la conciencia, un psicólogo bien Cristiano, o un pastor.
  3. La psicología barata tratará de suavizar el mal. Dirá que lo que usted está haciendo no es tan malo, que en la sociedad moderna todos lo hacen y que esa es la nueva moral donde todo es relativo. Pero nuestra conciencia, dada por Dios, tarde o temprano nos volverá a reprender, porque los principios morales de Dios son Universales y Eternos. La paz que da la psicología barata no es duradera porque procura que uno se engañe a sí mismo. Para tener esa paz uno debe vivir engañado Isaías 5:20. Otros en casos más graves recetan pastillas para hacernos olvidar de nuestra culpabilidad y así esquivar la verdadera solución. Eso tampoco dura mucho. Si la culpabilidad es por causa del pecado, entonces hay que solucionar el problema del pecado.
  4. Decir: "Bueno…todos los comerciantes roban", o "…todos los abogados mienten", o "…todos los jóvenes modernos tienen sexo antes del matrimonio", o decir "…a todos se nos escapan mentirillas, y… hay mentiras de necesidad", ¡eso no es la solución! Tampoco es la solución decir que todo es relativo, que las circunstancias deciden, que el fin justifica los medios. Que robar por necesidad está bien. Que mentir por necesidad también, mentir en la declaración de impuestos, etc. es lo normal, que "todos lo hacen. Todo eso va carcomiendo la conciencia y llega el día que somos unos simples inmorales.
  1. LA VERDADERA TERAPIA
  1. El primer paso para la verdadera cura es no esquivar la realidad, la verdad, no debemos excusarnos ni justificar el mal. Debemos llamar a las cosas por su nombre. No decir: "tengo algunas debilidades", o "es el único vicio que tengo", nadie es perfecto, o "errar es humano", o soy como todos. ¡Esto no soluciona nada! El verdadero comienzo es decir la verdad: "Mi vida es una vida de Pecado. Yo vivo desobedeciendo a Dios. Estoy muy mal. Necesito un cambio radical, un nuevo nacimiento, esta vieja manera de vivir por una manera nueva. Necesito cambiar esta vieja persona por una persona nueva, soy un pecador." El primer paso es llamar a las cosas por su nombre: el pecado es pecado.
  2. Si vamos al consultorio donde Dios es el psiquiatra, Él enfrentará la realidad, nos dirá: "su vida está perdida, lo que hace está mal, es pecado, usted merece el infierno eterno. Pero… yo tengo la cura perfecta y total ¡LO PUEDO PERDONAR! DARLE UNA VIDA NUEVA, con una conciencia limpia y sana llena de mi Espíritu Santo para que lo guíe y le dé fuerza para vencer las tentaciones. Y no se aflija, si tiene un accidente de pecado, venga, confiésemelo, y cada vez le perdonaré y ayudaré a ser la persona que usted siempre deseó ser." Dios no engaña, nos dice la verdad, pero como es nuestro Padre y nos ama, nos perdona, nos cura, nos cambia el corazón y nos da la Vida Eterna.
  3. Todo esto es posible gracias al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Dios decidió perdonarnos y el Hijo decidió pagar por todas nuestras faltas en la cruz y el Espíritu Santo vino a guiarnos desde adentro. El pecado es grave, no puede ser ignorado ni subestimado, causó que Cristo deba ir a la cruz. Dios no trata de hacer que el pecado no parezca pecado, sino que lo trata de frente, Jesús lo paga en la cruz y el Espíritu Santo nos comunica que estamos perdonados. Nuestros pecados son limpiados por la sangre de Jesucristo. Cristo sufrió la consecuencia de nuestra culpa y pagó nuestra condena. Por la Sangre de Cristo somos perdonados. La Sangre de Jesucristo Es la única cura total, radical y perfecta para el pecado. Esto es la gracia de Dios. No condona, sino que denuncia y desenmascara la realidad del pecado, para luego perdonarlo totalmente. Es un tratamiento realista, honesto y de cura total.
  4. Cuando creemos a Dios y le damos nuestro ser interior para que lo habite, quedaremos limpios como un niño. Nuestra vieja vida quedará crucificada y enterrada. Comenzaremos una vida nueva, con una nueva conciencia, llena del Espíritu Santo que nos guiará a obedecer a Dios Ezequiel 36:26-27. Nosotros también nos perdonaremos y haremos la paz con nosotros mismos. Comenzaremos a caminar de la mano de nuestra conciencia habitada por el Espíritu Santo Juan 14:15-18. El Espíritu Santo a través de nuestra conciencia nos guiará por la senda del bien Juan 16:7-15; 14:26 y seremos felices, tendremos paz.
CONCLUSIÓN
Jesús dijo: "Mi paz os dejo, mi paz os doy, no como la da el mundo" La paz del mundo viene de afuera. Es el resultado de circunstancias externas favorables. Pero cuando algo anda mal afuera, se acabó la paz adentro. En cambio la paz de Jesús es de adentro hacia afuera y es más poderosa que los embates de las circunstancias desfavorables. Es una paz "que sobrepasa todo entendimiento" Filipenses 4:7. No importa lo que suceda afuera. No es paz por falta de luchas sino paz en el medio de la lucha. Es paz dentro del horno de fuego y dentro del foso de los leones. Es una paz que nadie nos puede quitar porque no solo está adentro nuestro sino que nace de adentro. Donde un creyente va, lleva esa paz y la irradia a otros. Vayamos al mundo impartiendo paz como nos mandó el Señor. La fuente de esta paz es Jesús Juan 4:13-14; 6:38. No depende de agentes externos. Cristo en la cruz pagó por todos nuestros pecados pasados, presentes y futuros para que podamos tener perfecta paz en la conciencia. Si la sangre de Jesucristo es suficiente para Dios y para el Diablo, también tiene que ser suficiente para ti.

INVITACIÓN: Ven, acércate a Dios, reconoce que eres pecador y que le necesitas. El te perdonará, te dará una nueva conciencia y te transforme en una persona nueva.
ORACIÓN: Señor, quiero tener paz. Dame una nueva conciencia, un nuevo "yo", y seré amigo de mí mismo, obedeciendo la voz de mi verdadero yo, que serás Tú en mí. En El Nombre de Jesus Amén.