Lectura: Mateo 26:17-30
La piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser la piedra principal del ángulo. --Salmo 118:22Para celebrar la Pascua, los adoradores judíos cantan los Salmos 113–118, una sección llamada «el Hallel egipcio». La ceremonia se va elevando en un crescendo de agradecimiento por la libertad y la belleza de la vida dada por Dios. Termina con los participantes cantando y alabando a Dios, tanto para agradarlo como para expresar su propio placer. Un rabí lo explica como experimentando el «gozo emocional de la libertad».
Hacia el final de la comida de la Pascua se canta la segunda mitad de estos salmos de Hallel. Según el Evangelio de Mateo, Jesús y sus discípulos cantaron un himno y «salieron hacia el monte de los Olivos» después de celebrar su última Pascua juntos (26:30). Es muy posible que hayan cantado este salmo.
La piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser la piedra principal del ángulo. Obra del SEÑOR es esto; admirable a nuestros ojos.Este es el día que el SEÑOR ha hecho; regocijémonos y alegrémonos en él.
Nuestro Pan Diario
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