lunes, 21 de abril de 2008

“Venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma”

Esta es la vida eterna:
que te conozcan a ti,
el único Dios verdadero,
y a Jesucristo,
a quien has enviado.

Juan 17:3.


Cuando el profesor hace una evaluación en el aula, varios alumnos parecen recordar pormenores de las clases o ciertas situaciones, y dicen: –«De veras, tal día el profesor explicó ese tema y llamó nuestra atención proponiéndonos su ayuda… ¡Pero justamente ese día yo no tenía ganas de escuchar!» ¿No nos parecemos a esos alumnos? ¿Hemos tenido cuidado de escuchar a Dios, de pedirle su luz y procurar conocerle?

Hoy, el Dios Creador del universo quiere declararle lo que es la vida, cuyo autor es él, el Dios viviente, y le dice: “Venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma” (Isaías 55:3). Jesús sigue afirmando: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida” (Juan 14:6). Desde hace siglos estas palabras resuenan; innumerables hombres y mujeres han contestado a ese llamado y han experimentado la paz con Dios y la paz de Dios (Romanos 5:1; Filipenses 4:7).

Hoy, su Creador espera que usted se vuelva a él para borrar y olvidar todo lo que en la historia de su vida ha deshonrado a Dios, y para que reciba el perdón divino, ese perdón que Jesús adquirió en la cruz por medio de su sacrificio expiatorio.

Hoy quiere revelarle su extraordinario amor y permitirle nacer de nuevo, es decir, volver a empezar su vida. Quiere hacerle escribir por medio de su presencia en usted y con usted una nueva vida como un nuevo poema para su gloria; pues Él lo creó para que reflejase Su hermosura.

Fuente: La Buena Semilla

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