Hay dos puntos incluidos en esta pregunta. (1) Hay cosas que la Biblia menciona y declara específicamente que son pecado. Ejemplos de estas listas se encuentra en: Proverbios 6:16-19; Gálatas 5:19-21; 1 Corintios 6:9-10. No puede haber duda de que las Escrituras presentan estas actividades como pecaminosas, cosas que Dios no aprueba. Homicidio, adulterio, mentira, robo, etc. –indudablemente la Biblia presenta tales cosas como pecados. (2) El punto más difícil es determinar lo que es pecado en áreas en las que la Biblia no lo señala específicamente. Cuando la Biblia no cubre un tema determinado, tenemos algunos principios generales en Su Palabra para guiarnos.
(a) Cuando no existe una referencia específica en las Escrituras es bueno preguntar, no si cierta cosa está mal, sino más bien si es valorada como buena. La Biblia dice, por ejemplo, “redimir el tiempo” (Colosenses 4:5) Nuestros pocos días aquí en la tierra son tan cortos y preciosos en relación con la eternidad, que nunca debemos desperdiciar el tiempo en cosas egoístas, sino usarlo solo en lo que “sea bueno para la necesaria edificación” (Efesios 4:29).
(b) Una buena prueba, es determinar si podemos honestamente y con buena conciencia, pedirle a Dios que bendiga y utilice esa actividad en particular para Sus propios buenos propósitos. “Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios” (1 Corintios 10:31). Si existe duda en que complazca o no a Dios, entonces lo mejor es dejarlo. “....todo lo que no proviene de fe, es pecado.” (Romanos 14:23).
(c) Debemos recordar que nuestros cuerpos, así como nuestras almas, han sido redimidos y le pertenecen a Dios. “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu los cuales son de Dios.” (1 Corintios 6:19-20). Esta gran verdad debe ser un verdadero soporte para todo lo que hagamos o dónde vayamos con nuestros cuerpos.
(d) Debemos evaluar nuestras acciones no solo en relación a Dios, sino también en relación a su efecto en nuestra familia, nuestros amigos y otra gente en general. Aunque alguna cosa en particular no pueda lastimarnos personalmente; si tiene influencias o efectos dañinos para alguien más, está mal. “Bueno es no comer carne, ni beber vino, ni nada en que tu hermano tropiece, o se ofenda, o se debilite.” “Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles, y no agradarnos a nosotros mismos.” (Romanos 14:21; 15:1).
(e) Finalmente recuerda, que Jesucristo es nuestro Señor y Salvador, y no debemos permitir ninguna otra cosa tenga prioridad por encima de nuestra conformidad a Su voluntad. Tampoco debemos permitir que ningún hábito o recreación ejerzan un excesivo control sobre nuestras vidas – solo Cristo tiene la autoridad. “Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar por ninguna.” (1 Corintios 6:12) “Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de Él” (Colosenses 3:17).
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