miércoles, 23 de abril de 2008

Tres textos

El glorioso evangelio del Dios bendito… me ha sido encomendado…
Palabra fiel y digna de ser recibida por todos:
que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores,
de los cuales yo soy el primero (escribió el apóstol Pablo).

1 Timoteo 1:11 y 15.


Un predicador hacía una serie de reuniones en una ciudad. El primer día habló sobre Juan 3:16: “De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. El día siguiente escogió el texto de Romanos 5:1: “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo”. En el curso de la tercera reunión leyó: “Por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe” (Efesios 2:8-9).

Poco tiempo después llamaron a este predicador para que visitara a un enfermo, quien le dijo: –Señor, usted no me conoce, pero eso no tiene importancia. Nunca leí la Biblia. Sólo conozco tres textos de ella, los que usted leyó durante las tres reuniones sucesivas. Sé que soy un pecador y que Jesús es el Salvador. Esto me basta. Hábleme de su amor y de su sacrificio. No quiero saber nada más.

Con tan grande seguridad ese hombre descansaba en Jesucristo para su vida presente y futura.¡Quizás hemos oído algo de la Biblia mucho más de tres veces! Pero, ¿qué actitud hemos tenido ante ella? ¿Ha cambiado nuestra vida? ¿Conocemos al Señor Jesucristo como nuestro Salvador?


Fuente: La Buena Semilla

No hay comentarios: