Solamente lo que Dios ha escogido de Sí mismo para ser revelado, puede ser dado a conocer. Uno de los atributos o cualidades de Dios es que El es “luz”, queriendo decir que El mismo nos revela la información de Sí mismo (Isaías 60:19, Santiago 1:17). La realidad de que Dios ha revelado conocimiento de Sí mismo no debería ser abandonada, no sea que alguno de ustedes no alcance a entrar en Su reposo (Hebreos 4:1). La creación, la Biblia, y el Verbo hecho carne (Jesucristo) van a ayudarnos a conocer cómo es Dios.
Comencemos entendiendo que Dios es nuestro Creador y que somos una parte de Su creación (Génesis 1:1, Salmos 24:1). Dios dijo que el hombre fue creado a Su imagen. El hombre está sobre el resto de la creación y le fue dado dominio sobre ella (Génesis 1:26-28). La creación fue estropeada por la “caída”, no obstante, echa un vistazo a Sus obras (Génesis 3:17-18); Romanos 1:19-20). Al considerar la inmensidad de la creación, la complejidad, la belleza, y el orden, podemos tener una sensación de lo impresionante de Dios.
La lectura de algunos de los nombres de Dios, puede ser de ayuda en nuestra búsqueda de cómo es Dios. Veamos los siguientes:
- Elohim – El Fuerte, Divino (Génesis 1:1)
Adonai – Señor, indicando una relación Maestro - siervo (Éxodo 4:10,13)
El Elyon – El Altísimo, El más Fuerte (Isaías 14:20)
El Roi – El Fuerte que ve (Génesis 16:13)
El Shaddai – Todopoderoso Dios (Génesis 17:1)
El Olam – Dios eterno (Isaías 20:28)
Yahvé – SEÑOR “Yo Soy”, lo cual significa el Dios Eterno, que existe independientemente de cualquier otro ser. (Éxodo 3:13,14).
Dios es imparcial, lo cual significa que no hace distinción de personas en el sentido de mostrar favoritismo (Deuteronomio 32:4; Salmos 18:30). Dios es omnipotente, lo cual significa que es todopoderoso; El puede hacer todo lo que le agrada, pero Sus acciones siempre estarán de acuerdo con el resto de Su carácter (Apocalipsis 19:6, Jeremías 32:17,27). Dios es omnipresente, lo cual significa que siempre está presente, en todas partes (Salmos 139:7-13; Jeremías23:23). Dios es omnisciente, lo cual significa que conoce el pasado, presente y futuro, aún lo que estamos pensando en cualquier momento; puesto que conoce todo, Su justicia siempre será administrada imparcialmente (Salmos 139:1-5; Proverbios 5:21).
Dios es uno, lo cual significa que no solamente no hay otro, sino que también es el único en poder cubrir las necesidades más profundas y anhelos de nuestros corazones, y sólo El es digno de nuestra adoración y devoción (Deuteronomio 6:4). Dios es justo, lo cual significa que no puede y no va a pasar por alto la maldad; es debido a Su rectitud y justicia, que Jesús tuvo que experimentar el juicio de Dios, nuestros pecados fueron puestos sobre El para que de esta manera fuéramos perdonados (Exodo 9:27; Mateo 27:45-46; Romanos 3:21-26).
Dios es soberano, lo cual significa que es supremo; toda Su creación junta, a sabiendas o ignorando, no puede impedir Sus propósitos (Salmos 93:1; 95:3; Jeremías 23:20). Dios es espíritu, lo cual significa que es invisible (Juan 1:18; 4:24). Dios es una Trinidad, lo cual significa que es tres en uno, el mismo en substancia, poder y gloria por igual. Note que en el primer pasaje citado de la Escritura, “nombre” es singular aún cuando se refiere a tres Personas distintas – “Padre, Hijo, Espíritu Santo” (Mateo 28:19; Marcos 1:9-11). Dios es verdad, lo cual significa que está de acuerdo con todo lo que es, El va a permanecer incorruptible y no puede mentir (Salmos 117:2; 1ª Samuel 15:29).
Dios es santo, lo cual significa que está separado de toda corrupción moral y es hostil a ella. Dios ve todo el mal y esto lo enfada; el fuego usualmente es mencionado en la Escritura junto con la santidad. Dios es referido como un fuego consumidor (Isaías 6:3; Habacuc 1:13; Exodo 3:2, 4, 5; Hebreos 12:29). Dios es afable – esto incluiría Su bondad, benevolencia, misericordia y amor – las cuales son palabras que dan tintes de significado a Su bondad. Si no fuera por la gracia de Dios, parecería que el resto de Sus atributos nos excluirían de El. Afortunadamente este no es el caso, porque El desea conocernos a cada uno personalmente (Éxodo 22:27; Salmos 31:19; 1ª Pedro 1:3; Juan 3:16, Juan 17:3).
Esto ha sido solamente un modesto intento de contestar una gran pregunta de Dios. Por favor siéntanse grandemente animado a seguir buscándole (Jeremías 29:13).
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