miércoles, 9 de abril de 2008

¿Cuál es su porvenir?

Tengo acerca de vosotros, dice el Señor, pensamientos de paz,
y no de mal, para daros el fin que esperáis.

Jeremías 29:11.


«¡No future!». ¡No hay porvenir! Esta expresión es empleada por quienes piensan que no puede haber un porvenir feliz ni nada después de la muerte. Sin embargo, Dios ofrece gratuitamente un futuro dichoso y una gloriosa esperanza.

No hay nadie que sea tan pecador como para que Dios no lo perdone, como lo ilustra el siguiente relato: «En el siglo pasado un múltiple asesino fue detenido, encarcelado y condenado a muerte. Con estupefacción la gente se enteró de que ese hombre se había convertido al Señor pocos días antes de su ejecución. Por eso se presentó a su verdugo sosegado, como un pecador perdonado y salvado, con la seguridad de ser beneficiario de la gracia divina ofrecida a todo el que se arrepiente y cree en Jesucristo.

Al conocer el arrepentimiento de ese asesino, hubo quienes se enfurecieron, diciendo: –¿Cómo? ¿Ese monstruo también irá al cielo? ¡Después de todo lo que hizo, es demasiado injusto!».

La gracia, tal como nos la revela la Escritura, nunca ha podido ser imaginada por los hombres, para quienes siempre habrá una relación entre méritos y recompensa, por una parte, y faltas y sanción por otra. La gracia, tal como Dios la concibe, se sitúa muy lejos de los más generosos impulsos del ser humano.

Acuda a Dios tal como es, confíesele sus pecados y recibirá un seguro perdón. Entonces tendrá, junto con los creyentes de todo el mundo, el dichoso porvenir que Dios les preparó para siempre en su presencia.

Fuente: La Buena Semilla

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