Encontrandose al borde de la muerte, Alejandro Magno (356-323 A.C.) -rey de
Macedonia (336-323 A.C.) conquistador del Imperio persa, y uno de los lideres
militares mas importantes del mundo antiguo- convoco a sus generales y les
comunico sus tres ultimos deseos:
1.- Que su ataud fuese transportado por los mas eminentes medicos de la epoca.
2.- Que fueran esparcidos por el camino hasta su tumba los tesoros que habia
conquistado (plata, oro, piedras preciosas, etc.)
3.- Que sus manos quedaran balanceandose en el aire, fuera del ataud, a la
vista de todos.
Uno de sus generales, admirado por tan insolitos deseos, le pregunto a
Alejandro cuales eran sus razones.
Alejandro explico:
1.- Quiero que los mas eminentes medicos carguen mi ataud para mostrar que ni
ellos tienen, ante la muerte, el poder de curar.
2.- Quiero que el suelo sea cubierto por mis tesoros para que todos puedan ver
que los bienes materiales aqui conquistados, aqui permanecen.
3.- Quiero que mis manos se balanceen al viento, para que las personas puedan
ver que vinimos con las manos vacias, y con las manos vacias partimos.
Ya que no podemos evitar la muerte, busquemos y tratemos de alcanzar aquello
que si se marchara con nosotros.
Finalmente no sabemos si seran sabios o necios, los que heredaran todo el fruto de nuestro esfuerzo o afanes.
Provervios 3:6
Reconócele en todos tus caminos, y El enderezará tus sendas.
Salmo 71
16 Dios mío, ahora voy a recordar tus hechos poderosos,
y hablaré de la justicia que sólo tú puedes hacer.
17 Desde que yo era joven tú has sido mi maestro,
y hasta ahora sigo hablando de las maravillas que has hecho.
Renuevo de Plenitud - Javier E. Ledesma Ledesma
martes, 8 de julio de 2008
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