Fiel es Dios,
que no os dejará ser tentados (probados) más de lo que podéis resistir,
sino que dará también juntamente con la tentación la salida.
1 Corintios 10:13.
Bienaventurado el varón que soporta la tentación;
porque cuando haya resistido la prueba,
recibirá la corona de vida.
Santiago 1:12.
que no os dejará ser tentados (probados) más de lo que podéis resistir,
sino que dará también juntamente con la tentación la salida.
1 Corintios 10:13.
Bienaventurado el varón que soporta la tentación;
porque cuando haya resistido la prueba,
recibirá la corona de vida.
Santiago 1:12.
Para el estudiante, la prueba es un examen de sus conocimientos. En nuestra vida, la prueba siempre será el test de la fe enviado por Dios. Mientras ella invita al inconverso a buscar recursos fuera de sí mismo y a clamar a Dios, para el creyente se trata de un período de formación que le enseña a conocer mejor al Dios de toda consolación (2 Corintios 1:1-3) y sus recursos. También aprende a conocerse a sí mismo y a desarrollar los caracteres de paciencia, confianza en Dios y compasión. Siempre es una ocasión para progresar.
Dios se manifiesta a nosotros a través de lo que él considera que necesitamos, en especial cuando nuestras oraciones se cambian en súplicas. Al volvernos a él, nos revela su gracia: El Señor es mi pastor; nada me faltará… Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo (Salmo 23).
La prueba es el medio empleado por Dios para moldear nuestros corazones a menudo duros e incrédulos y para que confiemos en él. Nuestro Padre celestial quiere que comprendamos que en nosotros no hay ninguna fuerza y por ello debemos confiar completamente en él. En nuestras dificultades él permanece a nuestro lado (Salmo 34:18). Además, al ser consolados por Dios, nosotros mismos aprendemos a consolar a nuestro prójimo.
Fuente: La Buena Semilla
Dios se manifiesta a nosotros a través de lo que él considera que necesitamos, en especial cuando nuestras oraciones se cambian en súplicas. Al volvernos a él, nos revela su gracia: El Señor es mi pastor; nada me faltará… Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo (Salmo 23).
La prueba es el medio empleado por Dios para moldear nuestros corazones a menudo duros e incrédulos y para que confiemos en él. Nuestro Padre celestial quiere que comprendamos que en nosotros no hay ninguna fuerza y por ello debemos confiar completamente en él. En nuestras dificultades él permanece a nuestro lado (Salmo 34:18). Además, al ser consolados por Dios, nosotros mismos aprendemos a consolar a nuestro prójimo.
Fuente: La Buena Semilla
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