viernes, 10 de octubre de 2008

La importancia de la adoración en los momentos de prueba

Por Claudio Freidzon


En esta ocasión, quiero compartir contigo, una historia muy particular que relata la Biblia sobre el pueblo de Israel. Muchas fueron las situaciones por las que el Pueblo de Dios atravesó y en este caso, se trata de una que tiene que ver con las pruebas y dificultades en momentos claves.

Según el pasaje de 2da. de Reyes capítulo 3, Israel se hallaba en problemas. Tenía que luchar contra un pueblo: los moabitas. Ahora bien, ¿cuándo es que Israel se mete en problemas? Básicamente, cuando planea atacar a este pueblo con sus propias fuerzas, es decir, humanamente. Cuando ya todo había comenzado y se hallaban en el medio de la guerra, se dieron cuenta de que estaban en una posición poco alentadora y que iban a perder. Entonces el rey de Israel, Josafat viéndose comprometido y que estaban perdiendo, preguntó “¿no hay aquí profeta de Jehová para que consultemos a Jehová por medio de él?”. Esta fue la reacción del rey, querer buscar la guía de Dios luego de haber comenzado a hacer las cosas sin Dios. No obstante, ¿quién estaba allí? Eliseo, profeta de Jehová a través de quien la palabra de parte de Dios se hace presente.

Se metieron en problemas, no habían consultado a Dios. Estaban aterrorizados porque estaban a punto de perderlo todo. Se dieron cuenta que no tenían ni la estrategia, ni la salida y que de seguir así , iban a perecer, iban a morir. Humanamente iban a fracasar, por lo tanto, el rey Josafat emprendió la búsqueda desesperada de Dios a través de Eliseo. La Palabra del Señor vino sobre Eliseo el cual dijo “haced en este valle muchos estanques”, y luego agregó “esto es cosa ligera a los ojos de Jehová que entregará también a los moabitas en vuestras manos”. Ahora bien, hay algo sustancial que quiero que aprecies y es que cuando el pueblo de Israel acude al profeta, éste les responde “no puedo tener palabra, no puedo decir la estrategia hasta que no haya música”. Allí, enseguida, trajeron al tañedor que era un hombre que ejecutaba un instrumento. Y en ese mismo momento en que comenzó a fluir la música y la adoración bajo la unción de Dios, en ese momento vino la Palabra de Dios, cayó su presencia y el Señor les dio la estrategia según la cual les dijo “no veréis viento ni veréis lluvia pero este valle será lleno de agua y beberéis vosotros y vuestras bestias y vuestros ganados porque esto será cosa ligera a los ojos de Dios”. En otras palabras, lo que hizo el Señor fue darles una estrategia apareciendo justo en el momento oportuno, en que el pueblo más lo necesitaba.

En esta oportunidad quiero decirte a ti, que está encerrado en luchas, en necesidades en problemas, que estas atravesando por pruebas, que mientras la presencia de Dios desciende, cosa ligera es a sus ojos hacer el milagro que estás esperando, como algo sencillo en manos de nuestro padre, verás a tus enemigos caer delante de ti. Para nosotros los milagros son imposibles pero para Dios es cosa ligera porque para él hacer un milagro es algo simple. Solo debemos abrir nuestro corazón y creerlo. Simplemente tenemos que decirle al Señor: “Señor, yo lo creo”. Es necesario que la presencia de Dios te envuelva, que permitas que en tu corazón haya la suficiente libertad para que Dios te hable y te muestre lo grande y lo maravilloso que es él en un mundo seco, vacío donde la abundancia prácticamente no se ve, sino la escasez, la esterilidad, etc. Dios te habla de que él es quien hace que las promesas se cumplan y quien promete que te multiplicará en abundancia. Retomando el ejemplo del pueblo de Israel, lo cierto es que el valle debía poseer posos que el Señor luego cubriría con agua para que a la mañana siguiente, los enemigos, es decir, los moabitas pensaran que el reflejo del agua fuera la sangre de los mismos israelitas y avanzaran sobre el territorio totalmente desarmados como lo hicieron. De esta manera el Señor entregó a Israel al enemigo en sus manos. Si sientes que tu situación es similar a la que relata este pasaje bíblico, levanta tus ojos a los cielos porque de El vendrá tu socorro. La Biblia dice ¿quién estará de pie cuando el poder de Dios se manifieste? Dios es capas de mostrarse aún en el último momento. Cuando parece que todas las puertas se cerraron, cuando parece que todo es imposible, cuando el dolor y las situaciones se empeoran vamos a dejar que sea la música, la alabanza traiga la presencia de Dios y El intervendrá en su vida. Cosas que puedan estar enquistadas en su vida, Dios las puede quitar hoy. Viene un tiempo de sanidad, un tiempo de renuevo. La Biblia dice que cuando hay alabanza, la presencia de Dios desciende. Por eso te animo a que puedas ser un verdadero adorador, aún en los momentos difíciles y de adversidad. Tú y yo podemos atraer la presencia de Dios mediante la música, en adoración y alabanza a Él. Si tú le alabas y abres tu corazón, Él se glorificará cuantiosamente delante de ti. ¡Que el Señor te bendiga!

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