jueves, 20 de noviembre de 2008

En tu presencia hay plenitud de gozo

Salmos 16:11

Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre.

Para tener una vida cristiana victoriosa y llena de poder, necesitamos renovarnos en la presencia de Dios continuamente. Si queremos tener victoria sobre ataduras de pecado necesitamos su presencia, si queremos tener sabiduría y revelación de la palabra de Dios necesitamos su presencia. Hay personas que estudian religión, saben de filosofías, conocen el cristianismo, la historia, el antiguo y nuevo testamento y saben de teología, tratan de conocer a Dios de alguna manera, pero para conocer a Dios necesitamos su presencia que nos da la luz verdadera para verlo a el claramente. Podemos creer en un Dios que existe, pero no lo conocemos, tal vez sea el caso de muchos cristianos también, aceptaron a Jesús en su corazón, pero se quedaron solo con que Jesús es el que perdona los pecados y nos salva cuando tenemos problemas. Pero esta no es la vida que la Biblia nos habla, que los apóstoles vivieron, podemos tener una vida llena de gozo y de poder, de paz y de abundancia y esta vida solo se logra estando llenos del Espíritu Santo continuamente.

Yo he experimentado toques o llenuras de Dios en mi corazón que me han dado algo tan precioso que no se como describirlo, pero voy a intentarlo, hubo momentos en adoración, en oración o meditación de la palabra que han causado en mi una alegría tan inmensa y tan profunda que lo entiendo como la misma vida de Dios derramada en mi interior, nuestra alma se llena de esa gloria que es su esencia misma, su amor, su presencia en mi corazón. También he notado que muchos la han experimentado en algún momento, pero a veces por sus hechos pareciera que no lo supieron valorar. Pero también he notado que cuando descuido la búsqueda y la comunicación personal con el Señor, que me gusta llamarlo la amistad o el compañerismo con el Espíritu Santo, parece que se me va apagando y ya no siento el mismo gozo o alegría, me desanimo o me angustio por las cosas, mis pensamientos son mas carnales y débiles a la tentación.

Efesios 4:30
Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.

1 Tes. 5:19
No apaguen el Espíritu.

Pero en el instante que vuelvo la mirada de mi corazón a Él, todo de a poco vuelve a empezar, los ríos de agua de vida vienen, el gozo revive y ahí esta el Señor siempre dispuestos a llenarnos una y otra vez. Me encantan los versículos que hablan del tema como por ejemplo:

Juan 7:37-38

“En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.
El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.
Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.”.

Creo que en el momento que descubrí esto me di cuenta que era lo que las personas necesitaban, buscan acá y allá, pero solo en Jesús recibimos la vida. Jesús dijo: “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba”; que gracia tan grande, el Señor invita a cualquiera que sienta esa necesidad interior de ser llenos de la verdadera vida que proviene de Dios a que beba puesto que él mismo es la vida. Por eso cuando nos metemos en las cosas de Dios y experimentamos esa llenura queremos más, tenemos hambre y sed de Dios.

Podemos compararlo al hambre natural, nuestro estomago esta vacío y pide, el cuerpo necesita, y si comemos las cosas que mas nos gustan en el momento de hambre nos sentimos plenos y satisfechos o cuando tenemos mucha sed y agarramos alguna bebida y al tomarla nos da esa sensación de bienestar. Igual es con nuestra alma y espíritu, ella necesita ser saciada de la presencia de Dios, solo puede ser satisfecha con la palabra y el Espíritu de Dios. Para que tengamos esa vida de plenitud necesitamos estar llenos, liberarnos de cadenas de pecado y de ligaduras de Satanás, si nos descuidamos caeremos en toda clase de males, pero si estamos siguiendo a Jesús iremos de poder en poder.

Lo que quiero compartir es que necesitamos renovar esa llama en nuestro interior, la Biblia utiliza muchas figuras para enseñarnos como se mueve el Señor con su pueblo.

Como vimos el agua de vida que sacia la sed y reconforta nuestra alma, pero también esta el fuego.

Efesios 3:16 dice: “Fortalecidos con poder en el hombre interior por Su Espíritu”

en 2 Corintios 4:16 Pablo dijo: “Aunque nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día”.

4 Pero así dice Jehová a la casa de Israel: Buscadme, y viviréis;

Ante todo necesitamos renovar nuestro hambre espiritual nunca tenemos que ser fríos, tenemos que estar buscando tenemos que tener presente que lo mejor esta en Dios, las mayores delicias de la vida están en la presencia de Dios, por mas que alguien tenga todo lo que “aparentemente hay que tener para estar pleno” realmente solo en la presencia de Dios hay verdadera libertad. En Suiza hay un alto porcentaje de suicidios porque la gente tiene “todo” pero en verdad les falta lo esencial que es cristo en el corazón.

Al buscar a Dios se libera nuestro hombre interior, se libera la vida de Jesús, el poder del Espíritu Santo y recibimos la vida abundante.

Dios nos llama a ser buscadores de su presencia.

Isaías 10:27
27 Acontecerá en aquel tiempo que su carga será quitada de tu hombro, y su yugo de tu cerviz, y el yugo se pudrirá a causa de la unción.

2 Corintios 3:17
Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.

2 Corintios 7
1 Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.

Que cosas impiden la verdadera unción en nuestras vidas.

Proverbios 6:16
Seis cosas aborrece Jehová, Y aun siete abomina su alma:

· Que amemos al mundo las cosas mundanas mas que a Dios, que tengamos ídolos.
· Que haya pecado en nuestro corazón, que evitemos renunciar a ciertos pecados.
· Las mentiras en nuestra boca apagan la presencia de Dios,
· La critica, los celos, el chusmerio, Juzgar a otros hermanos, el orgullo, la arrogancia. La autosuficiencia.

Tenemos que preocuparnos por la mejor parte y más importante de nuestras vidas que es estar con Jesús tener comunión con el E.S. Si eso esta mal, tal vez muchas cosas vallan mal

La unción pudre el yugo de tristeza, de angustia, de dolor, de heridas, la unción es como un viento que empuja nuestra vida a cumplir la perfecta y agradable voluntad de Dios.

Tenemos que darle lugar al Señor continuamente en nuestros corazones, buscarlo sinceramente.

¿Cómo se manifiesta la unción?

Cuando queremos agradar a Dios y dejar de hacer nuestra voluntad, cuando deseamos ponernos e acuerdo con Él. Cuando nuestra actitud es como la de un niño que todo lo cree, que es genuino, sincero, Dios mira el corazón.
Cuando exponemos a Dios todos nuestros temores e inquietudes, cuando buscamos una intimidad con el, una amistad todos los dais.

Tenemos que cuidarnos de ofender al Espíritu Santo que esta en nosotros, si el nos llama a orar a adorarlo es porque quiere estar con nosotros.

Toda lucha, toda perturbación, toda sensación de vació desaparecen cuando andamos en el Espíritu. Y no en los deseos de la carne.

Andar en el espíritu trae: vida, paz, fortaleza, amor, perdón, sabiduría, armonía, es como una fuente de gozo que se manifiesta hacia fuera, es como un gran tesoro que tenemos y desde allí fluye todo lo que necesitamos para vivir la verdadera vida cristiana, la depresión se quiebra, el enojo se controla, la ansiedad baja, los nervios desaparecen.

1 Juan 2:27
Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él.

1 Juan 2:20
Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas.

Esteban Correa

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