El 100% de los hombres y mujeres serán tentados sexualmente por lo menos una vez en la vida. Pero la tentación no es pecado, sino cuando cedemos ante ella. Jesús fue tentado en “todo” pero sin pecado. Debemos suponer que ese “todo” incluye tentación sexual. Creemos que así fue. No obstante, Jesús venció, no pecó. Permítannos hacerles algunas sugerencias para los dos:
a) Sean amigos: la relación matrimonial debe ser una relación de amigos. Cantar de los Cantares 2:2 presenta el matrimonio de dos amantes y dos amigos al mismo tiempo. Los amigos no se traicionan, se escuchan mutuamente, nada se ocultan. Compartan sus presiones, problemas y aun sus tentaciones sexuales para que ambos puedan orar y cubrirse. Una esposa que no sabe escuchar a su esposo, será sustituida por otro oído femenino, atento y reflexivo. Cuidado, la Biblia dice: “los labios de la mujer extraña destilan miel, y su paladar es más blando que el aceite, mas su fin es amargo como el ajenjo, agudo como espada de dos filos, sus pies descienden a la muerte; sus pasos conducen al Seol”, Proverbios 5: 3-5.
b) No busquen excusas: la más grande de todas: “cometí adulterio porque mi esposa/o no me satisface”. Es la más citada a la hora de reconocer este pecado, como si fuera motivo que justificara la infidelidad. Esta excusa agrega dolor sobre el cónyuge, que además de haber sido traicionado, ahora resulta ser el culpable de la infidelidad.
c) Sean realistas: no se engañen, la infidelidad no mejorará ninguna situación; las heridas por el engaño persisten por mucho tiempo. Siempre existen otras opciones y no la infidelidad. Cantar de los Cantares nos describe la fidelidad como una fortaleza inconquistable: “Yo soy muro, y mis pechos como torres, desde que fui en sus ojos como la que halla paz”, Cantares 8:10. Hay otro pasaje igualmente hermoso, Cantares 4:12: “Huerto cerrado eres, hermana mía, esposa mía; fuente cerrada, fuente sellada”.
d) No crean que nunca les va a pasar: pueden ser tentados aunque no lo busquen o no lo quieran. Y no depende de su estado espiritual. Es verdad que cuanto más cerca de Dios estén, más lejos del pecado estarán; pero verdad es también que vivimos todavía en un cuerpo débil. Nadie duda que Jesús fue el hombre más santo y que su relación con Dios jamás fue rota; aun así fue tentado.
e) Decidan a cada minuto permanecer fieles a Dios y al cónyuge: deben decidir ser fieles a cada momento. Como lo dijo William Cutrer: “No existe el matrimonio a prueba de aventuras extramatrimoniales”.
f) Ganen la batalla en la mente: una fantasía sexual con el compañero de trabajo, un sueño erótico, el deseo de un beso apasionado, etc., pueden ser el origen de un grave problema. Un pensamiento inmoral conduce a un acto inmoral. Lleven todo pensamiento a la obediencia a Cristo y rechacen todo aquello que les separará de Dios y del cónyuge.
g) Pongan freno a los ojos: recuerden que los pecados de varios personajes bíblicos comenzaron con la vista. “Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto...”, Génesis 1:6. Nota: hay tres palabras que constituyen los peldaños en la escalera descendente al pecado: ver, codiciar y tomar. Jesús dijo: “El ojo es la lámpara del cuerpo. Por tanto, si tu visión es clara, todo tu ser disfrutará de la luz”, Mateo 6:22 NVI. No deben ignorar que los ojos son órganos sexuales muy poderosos. Una mirada codiciosa conduce a menudo a pensamientos pecaminosos que pueden dar lugar a una acción inmoral. Job tiene un buen consejo que darles: “Hice pacto con mis ojos; ¿cómo, pues, había yo de mirar a una virgen?” Un pacto con los ojos es una buena decisión para evitar todo pecado sexual.
Tomado de www.placeresperfectos.com.ar
1 comentario:
en verdad que todo esto es nuy cierto, solo tenemos que refujiarnos en JESUS, el es la clave para que todo salga bien, seguir su ejemplo es lo que hay que hacer, y no caer aunque sabemos que el enemigo siempre esta ahi para hacernos tropesar, si estamos de la mano de dios no caeremos!!!!!
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